España vuelve a dar un nuevo paso para sellar y ratificar su impuesto digital conocido popularmente como Tasa Google. El Ejecutivo de Pedro Sánchez calculó inicialmente que podría recaudar unos 1.200 millones de euros anuales, cifra que recortó a 968 millones ante la ralentización económica de España antes de la crisis del Covid-19. "Es incongruente con el mercado único digital", apunta José Luis Zimmermann, director general de Adigital.
Entrevista con José Luis Zimmermann, director general de Adigital
Este jueves, esta nueva tasa pasa su primer examen en las cortes españolas. Para poder arrancar su tramitación, PSOE y Unidas Podemos deberán recabar los votos suficientes para rechazar estas enmiendas, que se votarán conjuntamente.
El PP, Vox y Ciudadanos también presentaron respectivas enmiendas de totalidad al otro proyecto de ley que contempla la creación de un nuevo impuesto, en este caso a las transacciones financieras, que aún no se ha sometido a su primer debate en el Pleno de la Cámara.
Presión de EEUU
Estados Unidos estudia la posibilidad de aprobar aranceles a las exportaciones a su territorio de aquellos países que consideren aprobar una tasa a los servicios digitales, la llamada tasa Google. Así lo ha anunciado la Administración del presidente Donald Trump, lo que deja en el punto de mira a España.
Francia aprobó en 2019 un gravamen de cerca del 3% del volumen de negocios de las compañías tecnológicas en el país que obtengan ingresos anuales de al menos 750 millones de euros. Sin embargo, el impuesto quedó congelado tras un acuerdo entre Macron y Trump, después de las presiones que este último ejerció.
Impuesto comunitario
La Comisión Europea trabaja en un borrado en el que lanza estas ideas y propone la aplicación de un tipo impositivo del 3% a las empresas digitales con una facturación de 750 millones de euros o más. Esta tasa aportaría unos 1.300 millones de euros al año en toda la Unión, si bien esta es una “estimación a la baja”.