A Jerome Powell le preocupa una posible recesión motivada por la incertidumbre sobre la política comercial global, pero el presidente de la Reserva Federal (Fed) no ha dado pistas sobre una eventual bajada de los tipos de interés en su próxima reunión en septiembre, después de que en su la reunión de julio los responsables del banco central decidieran rebajar los tipos de interés hasta el rango de entre el 2 y el 2,25%.
"Las perspectivas de crecimiento mundial se han deteriorado desde mediados del año pasado. La incertidumbre de la política comercial parece estar desempeñando un papel en la desaceleración mundial y en el débil gasto en manufactura y capital en los Estados Unidos", ha apuntado Powell en su discurso en la conferencia de banqueros centrales que se celebra estos días en Jackson Hole (Wyoming, EEUU).
Por otro lado, el estadounidense afirma que la inflación es otro de los elementos que impulsa la desaceleración de la economía global, al estar en EEUU por debajo del objetivo de la Fed del 2%.
También apunta a China y Alemania, la probabilidad de un brexit duro y la disolución del Gobierno italiano como factores de incertidumbre a corto plazo. Factores ante los que los mercados financieros han reaccionado de forma positiva y que han recordado a las ya célebres palabras de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo, cuando en plena crisis financiera calmó a los inversores con su "haremos lo que sea necesario" y "será suficiente".
Powell reconoce que el principal reto es pues actuar como sea apropiado para "mantener la expansión", de modo que los beneficios "del fuerte mercado laboral se extiendan y para que la inflación quede anclada en el 2%". Frases que han provocado una reacción positiva en el mercado.
Sus declaraciones llegan tras varias semanas en las que ha crecido el miedo a una recesión global y tras una nueva escalada en el frente comercial. Precisamente hoy, China ha anunciado la imposición de aranceles sobre productos estadounidenses valorados en 75.000 millones de dólares.
Si bien Powell no ha concretado futuras medidas entre sus herramientas de política monetaria si ha dejado la puerta abierta a bajar los tipos de interés más adelante, medida que descuenta el mercado. Además, horas antes de su discurso en el simposio de los banqueros centrales, el presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, ha pedido en la CNBC seguir recudiendo el precio del dinero ante la desaceleración y la inversión de la curva de tipos.
En lo que llevamos de mes, la curva se ha invertido en varias ocasiones, es decir, que la rentabilidad del bono norteamericano a 10 años es menor a la ofrecida por al deuda a 2 años, lo que se suele tomar como indicador de una recesión económica próxima.