La economía japonesa crece por cuarto trimestre consecutivo y demuestra su fortaleza. Entre octubre y diciembre, ha subido un 1% en tasa anualizada, una décima menos de lo esperado por los analistas.

Respecto al trimestre anterior, el repunte ha sido de un 0,2%, lo que supone el cuarto trimestre consecutivo de expansión. Yosihide Suga, jefe de gabinete gobierno de Japón destaca el crecimiento: "La economía de Japón creció durante cuatro trimestres consecutivos y creemos que la economía mantendrá una fase de crecimiento moderado, mientras que la mejora en el empleo y los ingresos permanece inalterada".

El yen más débil ha ayudado a las exportaciones. Sin embargo, el consumo privado, principal pilar de la economía nipona, se ha mantenido plano tanto anual como intertrimestral. La inversión se ha elevado un 0,9%, por encima de lo esperado.

En todo caso, el crecimiento del PIB nipón se ha mostrado ligeramente por debajo de las expectativas de los analistas.

La mejora de las exportaciones responde en parte a la fuerte depreciación del yen con respecto al dólar en el mencionado periodo, en el que la divisa nipona se abarató prácticamente un 15 por ciento con respecto al billete verde, lo que potenció la competitividad de los productos nipones.

También la recuperación parcial de la demanda de China, segunda economía mundial y principal socio comercial de Japón, favoreció los envíos al exterior.

A su vez , la inversión de capital corporativo, otro elemento de peso para la economía del país asiático, mostró un avance del 3,8 por ciento anualizado y del 0,9 por ciento en relación a los tres meses precedentes.


El dato revela aún cierta reticencia y desconfianza ante la situación económica global por parte del sector privado nipón en lo que supone impulsar el gasto en plantas y equipos.

Por su parte, la inversión pública cayó un 6,9 por ciento en tasa anual y un 1,8 por ciento de trimestre a trimestre.