Según Juan Ignacio Crespo, analista financiero, la decepción de ayer del BCE supone una consecuencia directa: el cambio de dirección en el euro-dólar. Crespo asegura que los ritmos históricos de la divisa estadounidense, llevan a ello, porque el dólar lleva mucho tiempo fortaleciéndose y ya le toca la vuelta. ¿Qué cabe esperar en los mercados el año que viene? El camino parece indicar, según Crespo, a una recesión global, influenciada por la caída del comercio global y de las materias primas. La batalla en 2016 la librará Estados Unidos por la alta posibilidad de que el país entre en recesión.


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