El último informe Economic Outlook de Crédito y Caución, titulado "Abróchense los cinturones", proyecta un escenario económico desafiante y complejo para 2025, caracterizado por un "aterrizaje suave" de la economía global y crecientes tensiones comerciales. Según Pavel Gómez del Castillo, Responsable de Comunicación, "2025 va a estar marcado por ese aterrizaje suave", con un crecimiento global del 2,8%.
"Estamos hablando de ese 2% de objetivo de inflación sin entrar en recesión, ni en la eurozona ni en Estados Unidos", explica Gómez del Castillo, quien detalla que se espera "un 4% en los emergentes y en las economías avanzadas por debajo del 2%, con una zona euro creciendo en el entorno del 0,8%".
El informe advierte sobre una intensificación de las tensiones comerciales, especialmente entre Estados Unidos y China. "En el escenario más suave que contemplamos, tenemos que pensar que los aranceles actuales que soportan las empresas se van a ver incrementados en el entorno del 70%", señala Gómez del Castillo, destacando que "la automoción y el siderúrgico van a ser los sectores que se van a llevar posiblemente la peor parte".
Escucha lo que nos ha contado Pavel Gómez del Castillo
Pavel Gómez del Castillo, Responsable Comunicación de Crédito y Caución, presenta el último informe Economic Outlook de Crédito y Caución, titulado "Abróchense los cinturones", que proyecta un escenario económico desafiante para 2025
Crédito y Caución prevé un año de desafíos
De acuerdo con el último informe difundido por Crédito y Caución, la economía global mantendrá en 2025 un aterrizaje suave. La inflación seguirá acercándose al objetivo del 2% tanto en la eurozona como en Estados Unidos, en un entorno de descenso de los precios de las materias primas, ralentización del crecimiento salarial y normalización de las presiones sobre la cadena de suministro. El escenario de referencia de la aseguradora de crédito prevé un modesto crecimiento del PIB mundial del 2,8%, con las economías avanzadas por debajo del 2% y los mercados emergentes en el promedio del 4%.
Estados Unidos seguirá mostrando un sólido comportamiento del PIB mientras el crecimiento de la zona euro será mucho menor, en el entorno del 0,8%. El escenario de referencia de la aseguradora de crédito no contempla soluciones rápidas para la evolución guerra de Ucrania, la escalada del conflicto en Oriente Medio y la situación en torno a Taiwán. Previsiblemente se intensificará la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
El informe advierte de que esta previsión de referencia está rodeada de un alto nivel de incertidumbre, especialmente tras el resultado de las elecciones estadounidenses, que requiere “abrocharse los cinturones” ante la evolución de la guerra comercial. El comercio mundial será la principal víctima de la nueva realidad política en Estados Unidos. En el escenario de referencia, se producirán importantes giros a las políticas económicas, el comercio y la inmigración, que podrían afectar significativamente tanto a las perspectivas estadounidenses como a las globales.
Incluso en su forma más suave, las medidas previstas implican un aumento de casi el 70% de los aranceles sobre el comercio con Estados Unidos. Sectores específicos como el automovilístico y el siderúrgico se llevarán la peor parte. No obstante, la aseguradora de crédito espera que los cambios afecten sobre todo la evolución de 2026 y no alteren significativamente sus perspectivas para 2025.
El crecimiento del comercio mundial alcanzará un 3,3% en 2025 y caerá por debajo del 3% en 2026 debido al adelanto de actividad comercial por parte de las empresas ante la posibilidad de nuevos aranceles. El comercio en la eurozona seguirá siendo débil, especialmente en el sector manufacturero, mientras que Estados Unidos y China mostrarán un mejor desempeño.
Una mayor beligerancia de la nueva administración estadounidense es el principal riesgo a la baja para las previsiones de crecimiento. En un escenario alternativo donde se impulsen las propuestas más destacadas realizadas durante la campaña, Estados Unidos impondría elevados aranceles a China y al resto de socios comerciales gradualmente en 2026 y 2027. Éstos ascenderían al 60% sobre las importaciones de todos los productos chinos y al 10% sobre las importaciones de otros socios comerciales, lo que provocaría aranceles en represaría del 40% en el caso de China.
Este sobrecalentamiento de la guerra comercial repercutiría en los costes del comercio y el precio de los productos, presionando a la baja la productividad. En este escenario, Estados Unidos cerraría el acceso de China a las nuevas tecnologías y el motor asiático respondería con medidas recíprocas, generando como resultado un flujo de tecnología más limitado.
En este escenario alternativo se pausaría la relajación monetaria, ya que la introducción progresiva de aranceles tendría efectos sobre la inflación, debilitaría de demanda en Estados Unidos y otros países por la pérdida de confianza de hogares y empresas y afectaría negativamente a la economía mundial. En este escenario, los volúmenes de exportación serían un 4,9% inferiores a los del escenario de referencia en 2030.