Aumenta el interés por el oro en el arranque de 2017. El motivo: toda la sucesión de acontecimientos políticos y económicos que ha desencadenado el 2016. "En Suiza, por ejemplo, los gestores de fondos han aumentado su exposición en cartera al oro físico de forma muy superior que otros años y lo hemos visto en otros operadores de mercado", asegura Jens Weidenbach, director de Degussa en España.
Los depósitos bancarios traen cada vez menos rendimientos y las comisiones de los bancos merman la rentabilidad, por lo que los inversores toman medidas para preservar su capital. Y una de esas medidas es acudir al activo refugio por excelencia. En momentos de incertidumbre, el oro físico da más seguridad. La ventaja del oro físico es que es "más directo, más inmediato, más líquido", explica Weidenbach.
2017, un año con hambre de oro
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