Por primera vez desde 2007 los tiroteos a ciudadanos han superado a las bombas en occidente. Mientras que los civiles en lugares públicos se han convertido en un objetivo habitual. Desde enero de 2015, casi un tercio de todos los ataques los han tenido como objetivo.
La amenaza global que supone el Estado Islámico es la tónica dominante en el mapa de este año, con los ataques mortales de 2015 y 2016 que han afectado a Turquía, Bélgica, Francia y Estados Unidos. Las actividades de la organización terrorista han aumentado los niveles de riesgo en más de una docena de países en todo el mundo. Sobre todo en los países del norte de África y América Latina. Entre ellos: Angola, Bélgica, Bosnia y Burundi. Y los países más activos en ataques terroristas han sido Irak, Afganistán, Pakistán y Egipto.
Por sectores de negocio, los resultados son llamativos. En primer lugar, el transporte es el que más ataques ha experimentado; tras él, las ventas al por menor y las empresas energéticas. El último lugar lo ha ocupado el turismo. Tan sólo ha tenido 25 ataques.
Los riesgos de violencia política que suponen una mayor amenaza para los negocios siguen derivándose de las guerras y los cambios en el control de los Gobierno.
Escucha la entrevista completa a Victoria Ambrona, directora de crisis Management de AON ESPAÑA.
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