Tesla hizo público, durante el llamado “Día de la batería”, que la empresa está trabajando en una nueva tecnología de baterías que será seis veces más potentes que las actuales y aumentará la autonomía de los vehículos un 16 %. El evento se desarrolló junto a la reunión anual de accionistas de la compañía.
La nueva batería es más grande que las que Tesla actualmente utiliza, y que son producidas por Panasonic y otros fabricantes, y están diseñadas para aprovechar mejor las características térmicas, lo que podrá incrementar la autonomía de los vehículos.
Este avance tecnológico hará que Tesla esté en posición de cumplir uno de los compromisos iniciales de Musk: la producción de un vehículo realmente asequible a la mayoría de los consumidores.
El empresario aseguró que "en tres años, estamos convencidos que podemos producir un vehículo eléctrico de 25.000 dólares que también es totalmente autónomo".
El vehículo más barato de Tesla en estos momentos, el Model 3, cuesta 50.000 dólares.
Mala respuesta de los mercados
Sin embargo, el largo plazo del anuncio de Tesla, tres años, ha provocado que los inversores recortaran en 50.000 millones de dólares el valor de mercado de la empresa.
La capitalización de mercado de Tesla cayó 20.000 millones de dólares en solo dos horas después del cierre de las operaciones el martes.
Los inversores esperaban novedades más relevantes que las anunciadas por Elon Musk, más aún teniendo en cuenta la insistencia con la que se había promocionado ese "Día de la batería".
Las decepcionantes noticias de Tesla se unen al hecho de que la empresa ha incumplido con frecuencia los objetivos de producción establecidos por Musk, y ello tiene su repercusión en los mercados.
Las acciones cerraron con una caída del 5,6% y, en el mercado fuera de hora sus acciones han retrocedido un 7%.