2020 será el año de los robotaxis. O eso dice Elon Musk. ¿Se trata de otra promesa vacía?
Según el CEO de Tesla, dentro de apenas un año los taxis se conducirán solos y, en dos años, los coches no tendrán ni volantes ni pedales. Se trataría de vehículos de nivel 5, el nivel más alto de autonomía, sin ningún tipo de intervención humana. Pero, a día de hoy, todavía no hay vehículos de ese nivel y la mayoría de fabricantes de automóviles y compañías tecnológicas se han vuelto cada vez más cautelosos a la hora de hacer declaraciones sobre coches totalmente autónomos. Pero no Musk. Él va por delante.
Para que nos hagamos una idea, los coches de Tesla tienen actualmente un Nivel 2 de autonomía. Se trata básicamente de un sistema de asistencia al conductor, aunque Tesla lo llama piloto automático, una muestra más de cómo Elon Musk exagera sobre las capacidades de autonomía de sus coches. Con estas afirmaciones, los expertos se muestran recelosos: parece que Musk tiene más en cuenta ganarse la atención de los inversores que la seguridad de los consumidores, ya que las capacidades de Tesla en materia de autoconducción son a día de hoy más promesa que realidad y pueden hacer que los conductores se confíen en exceso y cometan errores mortales.
Y es que Elon Musk todavía no vende ni coches de Nivel 4. A ello hay que sumar que la tecnología todavía enfrenta muchos obstáculos regulatorios y que los expertos creen que todavía pasarán muchos años antes de que los sistemas de autoconducción estén listos para la vida real. Todo eso son apenas unos detalles sin importancia para el CEO de Tesla. Contra todo pronóstico, Musk está convencido de que los taxis sin conductor son ya casi una realidad. Aunque debemos recordar que en su día predijo que en 2018 los coches serían más que autosuficientes. Sobra decir que no lo ha conseguido.
Pero ahora Musk viene con una nueva promesa aupada por una herramienta estrella: un nuevo microchip para vehículos de conducción autónoma fabricado por Samsung Electronics. Según Musk, este nuevo chip es el mejor de la industria porque se centra únicamente en la autonomía del vehículo, a diferencia de otros chips, como el desarrollado por Nvidia, que tienen múltiples usos. Tesla espera que este chip le otorgue una ventaja sobre sus competidores y demuestre su enorme inversión en conducción autónoma, que Musk describe como nueva estructura de gastos.
Hasta el momento, los inversores no parecen muy conmocionados por el anuncio de este chip y los expertos consideran que la ambición del robotaxi de Tesla es impresionante, además de que traerá fuertes preocupaciones acerca de la viabilidad y las implicaciones financieras de estos esfuerzos por parte de Tesla.
Tesla presenta su propuesta de taxis autónomos apenas unos días antes de presentar sus resultados trimestrales. El mercado espera pérdidas y menos entregas de su sedán Modelo 3. Precisamente, ésa es la preocupación principal de los inversores, que parecen decirle a Elon Musk que se deje de tanto robotaxi y se centre más en cumplir con las ventas de sus coches y en obtener beneficios.