Más de seis décadas de amistad sobre la que han construido un imperio. Warren Buffett y Charlie Munger son hoy dos de los hombres que mejor conocen el mercado y que, en ocasiones, marcan el compás de una música que se comenzó a escribir en 1957. ¿Qué ha pasado desde entonces? ¿Cuáles son algunos de los secretos inconfesables de estos personajes?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
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Hijos de la guerra, nacieron entre 1924 (en el caso de Charlie Munger) y en los años treinta del siglo XX (Warren Buffett) son dos amigos ahora inseparables. Se conocieron en 1957, cuando el primero de ellos apenas superaba la treintena y el segundo era un “pipiolo” (como le definió su socio) de 27 años.
Y es que antes de que Warren Buffett y Charlie Munger fueran uña y carne, liderando el imperio de Berkshire Hathaway, eran solo dos tipos de Omaha, Nebraska, que aparentemente eran muy similares. Pero no se conocían.
Sin embargo, el destino, dicen, es caprichoso y quiso que estos dos “personajes” se conocieran. Lo hicieron a través de un conocido médico de su ciudad natal, el Dr. Edwin Davis, quien le dijo a Buffett en una reunión de 1957 que confiaba en él para administrar el dinero porque el inversionista le recordaba a alguien llamado Charlie Munger.
“Está bien, no sé quién es Charlie Munger, pero me gusta”, le contestó entonces la leyenda de las inversiones en una entrevista especial en la CNBC titulada: “La Fortuna de la Sabiduría”.
Una entrevista en la que hablaban Buffett así de su amistad y daba algún que otro consejo para los que ahora quieran entrar en esta órbita.
Dos años después de estos comentarios, en 1959, Munger, entonces abogado de éxito en Los Ángeles, decidió volver a Omaha tras la muerte de su padre. Y durante una cena se conocieron estos dos hombres.
“Unos cinco minutos después, Charlie estaba rodando por el suelo riéndose de sus bromas, que es exactamente lo mismo que hacía yo”, aseguraba Buffett, de 90 años. “Pensé, nunca encontraré a otro hombre así. Y simplemente conectamos“.
60 años de amistad
A partir de ahora su amistad (y relación comercial) fueron creciendo mientras que como telón de fondo Buffett seguía construyendo, con el dinero de los inversores, su imperio. Y Munger como su mano derecha, de abogado.
Finalmente, en 1960 Munger decidió aceptar la oferta laboral de Buffett y, entonces, creó su propia firma de inversión que, en apenas una década, consiguió una tasa anual de crecimiento de casi el 20%, más que la tasa media anual del Dow Jones que, durante ese periodo, apenas crecía un 5%.
Buffett decía en la entrevista que recordaba haber tenido largas conversaciones telefónicas con Munger en ese momento.
60 años de llamadas telefónicas de las que hablaba Buffett y que acabaron con Munger en la vicepresidencia de la firma de inversión desde 1978. Y desde entonces siempre han estado ahí, como Sancho Panza y Don Quijote.
El papel de los reguladores
Y desde entonces de cabeza fueron los dos a los mercados. En este espacio de la CNBC hablaron, por supuesto de esto y, sobre todo, del futuro. Por ejemplo, sobre el papel que a partir de ahora tendrán los reguladores.
Aquí ambos coincidieron: hay que cambiar las leyes y, si los jugadores (en referencias a las grandes tecnológicas) quienes jugar fuerte, apuntan ambos, la administración tendrá que apostar también por las normas. “No puede ser un campo en el que valga cualquier cosa hay que despejar los riesgos”, aseguró Buffett.
“China está haciendo todo lo que nosotros deberíamos estar haciendo en este momento”, espetó Munger quien aprovechó el espacio para llevar a cabo una furibunda crítica sobre “el atraso” en el que, dicen, está sumido Estados Unidos.
"Odio" al bitcoin
También charlaron sobre nuevos activos… como el bitcoin… sobre el que Charlie Munger tiene una idea muy clara: lo odia y sobre empresas como Robinhood a las que dicen “despreciar”. ¿La razón? una visión elitista del mercado y es que dicen: “empresas de esta naturaleza son una razón para que la gente ingrese en los mercados”.
Y volviendo a la “niña de sus ojos” a su empresa, Berkshire Hathaway, siendo una de las 10 compañías más grandes del mundo con algo más de 360.000 empleados, Buffett decía… si no fuera por Munger él habría acabado en la cárcel.
¿Próximas pandemias?
A cuenta de la pandemia Buffet apuntaba: “No ha terminado, y habrá otra. Lo sabemos” y “ataques” a la economía como los 20 billones de dólares de caída que provocó el cierre del mundo, se volverán a ver.
“La gente no sabe tanto como cree saber”, sentencia el experto inversor.
Socios comerciales tras más de medio siglo. Warren Buffett y Charlie Munger son maestros para los inversores jóvenes, ejecutivos corporativos que lideran de una manera poco convencional y que sin duda, decían ellos mismos, esperan poder ser estudiados durante las próximas generaciones. Con casi 190 años de experiencia entre ellos, la alianza sigue en pie y el negocio más vivo que nunca.