Las Socimis, Colonial y Merlin Properties, lideran las caídas en el Ibex 35, con devaluaciones de alrededor del 5% para ambas en la sesión de este martes. Todo por culpa del nuevo acuerdo fiscal que ha cerrado el Gobierno de España y que golpea de lleno a estas compañías. ¿En qué consiste este pacto y cómo afecta a estas compañías?
El Gobierno está cerca de cerrar un acuerdo para una reforma fiscal que pondría en riesgo el reparto de dividendo para el accionista
¿Por qué son especiales las Socimis?
Las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria son compañías que cotizan en Bolsa e invierten en bienes raíces para obtener ingresos a través del alquiler de estos. Tienen un enfoque de inversión, por lo tanto invierten en inmuebles comerciales principalmente y ofrecen a los inversores la oportunidad de participar en el mercado inmobiliario sin tener que adquirir directamente las propiedades.
Además, disfrutan de un régimen fiscal favorable, que incluye un tipo impositivo reducido y las diferencia de otras sociedades anónimas. No pagan Impuesto sobre el Patrimonio y están obligadas a distribuir, como mínimo, el 80% de su beneficio neto entre los accionistas a través de dividendos. También deben invertir al menos el 80% de su activo en inmuebles urbanos destinados al arrendamiento y no pueden invertir en viviendas destinadas a la venta.
Ventajas fiscales en riesgo
Pero todo esto puede tener fecha de caducidad antes de este jueves si el Ejecutivo logra captar el apoyo de sus socios parlamentarios para aprobar la reforma fiscal que la coalición ha acordado. Esta suprimiría el régimen fiscal especial del que disfrutan estas sociedades que, alegan: “No ha servido para mejorar la oferta de viviendas”.
Si todo se cumple, las Socimis pasarían a estar gravadas con el tipo general del Impuesto de Sociedades en el 25%, desde el 1% actual. Un varapalo para unas empresas que se encuentran en un Olimpo fiscal que beneficia especialmente a sus accionistas. Su gran baza a favor en el parqué es, o era, precisamente, la alta rentabilidad por dividendo de sus títulos.
Según los expertos, pasar a tributar tanto con respecto a los niveles actuales reduciría su capacidad para generar caja y, por ende, para retribuir al accionista con dividendos. Además, perderían atractivo con respecto a competidores extranjeros.