"No había prácticamente ninguna mujer en el parqué". Este es uno de los muchos recuerdos que le vienen a la mente a Margarita Rivas, una de las primeras mujeres en pisar la Bolsa de Madrid en calidad de 'trader'. Lo hizo en 1987 de la mano de Heinz Peter Tornes, quein trajo a españa el chartismo y el análisis técnico. Su destino en los mercados financieros tiene un origen de lo más curioso: la grafología.
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"Fue una auténtica locura", revela Margarita Rivas al hablar de su llegada al parqué madrileño en 1987. Recuerda que entonces trabajaba para una compañía que introdujo el chartismo y el análisis técnico en España
Sin embargo, lo más curioso es cómo acabó trabajando en la Bolsa de Madrid. "El que fue mi mentor decidió que yo tenía las condiciones para estar en el parqué gracias a un análisis grafológico", señala.
Su mentor era Heinz Peter Tornes y Rivas recuerda que este "pidió a los estudiantes hacer un currículum manuscrito". El documento acabó en manos de un perito grafólogo y "decidió que por mi escritura estaba destinada para ello".
Tornes estaba en Suiza y utilizaba a Margarita Rivas como "su mano ejecutora". Explica que ella era "su cabeza y sus ojos en España, ejeuctaba las órdenes que él me daba".
Tras su llegada en 1987, Rivas vivió de primera mano el crash bursátil de ese año. Uno de sus recuerdos más vivos es el de su mentor gritándole desde Suiza pidiéndole lo siguiente: "sal al corro y compra".
Una mujer joven en un mundo de hombres
La joven Margarita Rivas era una de las pocas mujeres en el parqué de la Bolsa de Madrid en 1987. Confiesa que entonces se sentía "como un bicho raro" al ser una mujer tan joven y con "tanto poder sin saber que lo tenía". "He encontrado gente maravillosa que me ha apoyado, pero también a quien te pone la zancadilla; es un mundo muy duro y competitivo", desvela.
Recuerda que entonces no se preocupaba por el hecho de ser mujer. "Estaba tan fascinada con lo que estaba viviendo que no me preocupaba tampoco de más", explica. Sin embargo, reconoce que "al ser una mujer tan joven era mucho más difícil". "Pero eso, en realidad, me ha servido para crecer", concluye.