Esta mañana en el vigésimo cuarto encuentro del sector financiero el nuevo consejero delegado de Banco Popular ha tenido su primera intervención pública, en la que se muestra optimista con el futuro del banco.

Optimista y convencido de que el banco, de una forma u otra, saldrá adelante. Ignacio Sánchez Asiaín se ha mostrado incluso bromista con la cotización de la acción de Banco Popular, que ha subido desde que el martes accediera él al cargo. Más allá de la broma, reconoce Sánchez Asiaín que la caída en la acción responde a una dificultad derivada de la excesiva exposición del banco al ladrillo. Para delimitar el impacto, asegura que han separado de forma contable ese negocio para estimar cuales son las pérdidas que produce más allá de las provisiones y, tras eso, decidir la mejor forma de desinvertir. El nuevo consejero delegado de Banco Popular no descarta ninguna opción de futuro. Ni la de seguir en solitario ni la de acabar en manos de otra entidad.


Todas las opciones abiertas según Sánchez Asiaín, para quien lo importante a la hora de gestionar Banco Popular es gestionar el negocio de pymes e incrementar su cuota en ese mercado, donde la entidad es líder en España.