El sector bancario español goza de buena salud si atendemos a los números. En 2024 los grandes bancos han ganado más dinero que nunca. En total 31.768 millones de euros, un 21% más que en un 2023 que ya fue de récord.
Pero, más allá de unos resultados nunca antes vistos, una tendencia se ha popularizado entre las entidades, la recompra de acciones. Caixabank ha anunciado una recompra de 500 millones. Ana Botín, presidenta de Santander, ha comunicado un plan de recompra de 10.000 millones correspondientes a 2025 y 2026 y uno de más de 1.500 millones correspondiente a los resultados de 2024 para, decía Botín durante la presentación de resultados, “generar valor”. Este mecanismo de revalorización de las acciones también ha estado presente en la lucha BBVA-Sabadell. Ambos bancos han optado por anunciar planes de recompra.
Las principales entidades españolas han anunciado planes de recompra de acciones millonarios, una maniobra que permite 'regatear' a la Agencia Tributaria.
La ventaja fiscal de recomprar acciones
Es evidente que la recompra de acciones es un complemento al dividendo para retribuir al accionista. Aumenta el valor de la acción, pero sin pasar por la Agencia Tributaria porque, de facto, el accionista no posee ese dinero líquido. "Representa aumentar el valor de la accion sin ningún tipo de fiscalidad porque al desaparecer un cierto número de acciones a la hora de dividir el valor de la empresa entre acciones, la tuya vale más", explicaba en Capital Radio Álvaro Blasco, director de atlCapital.
Y esa triquiñuela fiscal es muy atractiva para los bancos, y para sus inversores, especialmente los de mayor tamaño que buscan rentabilizar sus carteras por encima de la retribución vía dividendo. "La recompra de acciones no tiene un efecto directo en el bolsillo de los inversores desde el punto de vista fiscal y, por el contrario, con dividendo hay que pagar impuestos. Por lo tanto, depende de las preferencias", comenta al respecto Pablo García, director de Divacons Alphavalue.
Ya sabemos que recomprar acciones permite aumentar el valor de la acción y regatear a la Agencia Tributaria, pero tiene otra ventaja más, según profesor de finanzas y economía y consejero de New Growth Capital: "Permite abaratar múltiplos, aunque en Europa no es necesario".