Dicen que hacerse multimillonario en bolsa es imposible. Sin embargo, en 2008, un hombre llamado Warren Buffett se convertía en la persona más rica del mundo, según la revista Forbes. Un hombre que pasó de la nada al todo (económicamente hablando) solo por ser el mejor inversor de la historia.
En una nueva serie de reportajes titulada "Radiografiando leyendas", empezamos por Warren Buffett, la leyenda bursátil llevada al máximo exponente. El hombre que se convirtió en la persona más rica del mundo solo invirtiendo en bolsa.
Escucha el reportaje de 'Radiografiando leyendas' en este podcast.
Convertirse en el hombre más rico del mundo llevó a Warren Buffett ni más ni menos, que casi 70 años. Ese fue el tiempo que pasó desde que este niño de Omaha de 11 años de edad, compró su primera acción: Cities Service.
Warren Buffett era uno de tres hermanos de una familia de Omaha, una pequeña ciudad de la America profunda con menos de medio millón de habitantes (pronto verás la importancia de este dato).
Su padre, un bróker de Wall Street
Pero para entender el desenlace de la historia de Warren Buffett, mucho más importante que su ciudad es su padre. Howard Buffett era, ni más ni menos, que corredor de bolsa de profesión. "Si mi padre hubiera sido zapatero, probablemente lo hubiera acabado siendo yo también", dijo Buffett en una entrevista.
Buffett recuerda iniciarse en el mundo bursátil porque le robaba los libros a su padre. De hecho, en una carta de 1962, Howard le pedía al intelectual Murray Rothbard una copia de su último libro ‘El pánico de 1819’ porque confesaba tener un hijo, Warren, que "leía con particular avidez libros sobre pánicos financieros y fenómenos similares". Ahí Warren ya tenia 32 años, pero su afición por la bolsa empezó mucho antes.
Una infancia donde jugar... a ganar dinero
Realmente, empezó porque era un 'friki' de los números. A aquel niño le gustaba tanto memorizar cifras de población que sus amigos le retaban a decir el número exacto de habitantes de una ciudad. Desde muy pequeño le apasionaba ganar dinero.
Empezó con apenas cinco años, vendiendo limonada en la calle. Pero no lo hacía en la calle de su casa, sino en la de su amigo. Simplemente porque por aquí pasaba mucha más gente que por su calle. Pura visión de negocios.
Con seis años compraba paquetes de coca cola de la tienda de su abuelo por 25 centavos y los vendía por 30, ganando un 20%. A los siete años descubrió "su verdadera pasión", según confiesa el propio Buffett.
Con 11 años ya tenía una riqueza de 120 dólares. Y con eso invirtió en su primera acción: Cities Service. La compró a algo más de 38 dólares y vendió a 40 dólares. Al poco tiempo, los títulos superaron los 200 dólares. Esa fue su primera lección bursátil: hay que tener paciencia.
Declaración de la renta a las 13 años
Pablo Martínez Bernal, Head of Sales para Iberia en Amiral Gestión y fiel seguidor de Buffet, recuerda que a los 13 años "ya tenía que hacer la declaración de la renta porque tenía ya el mínimo de ingresos para hacerla legalmente y con 15 años ya ganaba más que sus profesores".
Buffett fue pionero en eso de ‘trolear’ a otros invirtiendo en acciones a la baja. Una vez confesó que "le gustaba atormentar a sus profesores" vendiendo en corto acciones de AT&T, los titulos que todos sus maestros poseían para su jubilación. (Para que luego digan que los de GameStop inventaron la 'inversión meme').
Buffett podía reírse de algunos profesores pero no del que fue su gran maestro en la universidad. El hombre que le enseñó la que sería su filosofía de inversión: Benjamin Graham.
La universidad: Benjamin Graham y el value investing
Con 21 años Warren veía a Graham como a un ídolo. Tanto es así, que consideró su libro ‘The Intelligent Investor’ como el mejor jamás escrito en la historia. Como su profesor en la universidad, Graham advirtió a Warren Buffett que nunca trabajara en Wall Street. De nuevo, menos mal que no le hizo caso.
En lugar de eso, Buffett adoptó su filosofía de inversión: el value investing, una estrategia basada en comprar acciones baratas, por debajo de su valor en libros o con un PER atractivo.
Sin embargo, esa no ha sido siempre su técnica. De hecho, Pablo Martínez Bernal asegura que Buffett abandonó la estrategia de Graham ni más ni menos que hace medio siglo: en los años 70.
Sin See's Candy, no habría ni Coca Cola ni Apple
En 1972 Buffett compró acciones de See’s Candy por 25 millones de dólares. Un precio por encima de su valor en libros y con un PER de 5 veces. Para entonces, era un precio muy alto para Warren.
Como explica Martinez Bernal, cada vez era más difícil para el Oráculo de Omaha encontrar acciones tan baratas y comprar una cantidad suficiente como para que supusiera una diferencia.
El propio Buffett ha llegado a decir que sin See’s Candy, nunca hubieran comprado Coca Cola. A día de hoy su inversión en la compañía de refrescos se ha revalorizado un 1.588%. Sin Coca Cola, Buffett quizá tampoco se habría aventurado a adquirir su mayor inversión hasta la fecha: Apple.
El reto más fructífero: Apple
En 2016 Berkshire Hathaway, la compañía de Warren Buffett, compró casi 10 millones de acciones de Apple. El movimiento sorprendió a muchos de sus fieles. Una de las máximas de Buffett era no invertir en empresas que no entendía. Sin embargo, con la compañía de Steve Jobs intentó hacer por entender el modelo de negocio. "Vio mucho más que una tecnológica", explica Bernal.
Berkshire Hathaway ha gastado en total más de 30.000 millones de dólares en acciones de Apple. A dia de hoy, ese paquete tiene un valor de mercado de 120.000 millones.
Lo curioso es que a pesar de haber acertado con Apple, Buffett falló con el resto de FANG. Y lo ha reconocido públicamente. Respecto a Amazon, dijo que jamás pensó que Bezos tenía ese potencial y que, literalmente, "metió la pata" al no invertir en su idea. Sobre Alphabet, la matriz de Google, también ha sido muy directo asegurando que "tenía que haber comprado."
Buffett ha sabido reconocer algunos de sus errores. Pero uno de sus mejores aciertos, sin duda, ha sido Apple. Y lo ha sido, sobre todo, por sus ganas de seguir aprendiendo.
La personalidad de Warren Buffett
Warren Buffett ya no es el hombre más rico del mundo, pero a sus 90 años es todavía la sexta persona más multimillonaria, según el índice de ricos de Bloomberg. ¿Qué ha hecho para llegar hasta ahí?
Tuvo la suerte de cruzarse en la vida con personas que le descubrieron su pasión: su padre y su profesor, Benjamin Graham. Pero sobre todo muchos creen que si ha llegado a convertirse en el mejor inversor de la historia eso ha sido gracias a su forma de ser: la paciencia y la pasión por los números han sido dos de sus mejores atributos.
Aunque sin duda lo mejor es que para él su obsesión siempre ha sido jugar a ganar dinero. Esto unido también a la pasión por la lectura y por seguir aprendiendo. Buffett confiesa leer entre 5 y 6 horas al dia: desde informes anuales de cotizadas hasta biografías.
La historia ha podido disfrutar de un hombre como Warren Buffett ya durante 90 años. La pregunta es: ¿volverá a haber alguien como él?
El nonagenario Warren Buffett sigue presidiendo Berkshire Hathaway. Y todo apunta a que dejará este mundo en el cargo. Morirá trabajando, con una fortuna de más de 90.000 millones de dólares, un salario anual de 100.000 y un humor irrepetible.