Los rescates de Abengoa son como algunas elecciones, vuelven cada dos años. Este martes la compañía ha anunciado el tercero desde 2016 donde pide 250 millones de euros en avales del ICO, otros 300 millones en líneas de avales y la quita o canje de deuda.
Las opciones del rescate no son halagüeñas para los accionistas. Si no sale adelante, la empresa podría quebrar y estos perderlo todo. Si el Estado, la banca y los acreedores dan luz verde, las participaciones de los accionistas quedarían todavía más diluidas por el canje de deuda.
Te lo explicamos en este podcast de Expediente Abierto.
1. Perderlo todo: la quiebra
Analicemos la primera opción: la quiebra. Si estos tres actores no aceptan las condiciones del rescate, el futuro de la compañía podría derivar en un nuevo concurso de acreedores.
En los resultados de 2019 publicados este martes Abengoa ha confirmado que tiene 388 millones de euros en negativo en el patrimonio neto. Esto significa que si pudiera pagar sus deudas con todos sus activos aun le quedaría por pagar 388 millones de euros.
"Suspensión de pagos inminente"
Para Pablo García, director de Divacons AlphaValue, "hablamos de una suspensión de pagos prácticamente inminente e incluso una quiebra". El experto explica que "vender sus activos ahora en este entorno es complicado". Además, recalca que ya "no hay accionistas institucionales que puedan salvarle, los bancos y el Estado ya están metidos".
"Abengoa es un muerto viviente"
Carlos Ladero, desde GPM International Capital, considera que Abengoa es un "muerto viviente" porque "da igual cuánto dinero metas, que lo único que hace es quemar billetes".
Insiste en que "cuando algo no funciona hay que acabar con ello". Cita el ejemplo de los anglosajones, que "cuando algo no vale quiebra, se liquida".
Por análisis técnico el experto Sergio Ávila, desde IG Markets, explica que si las acciones Abengoa A pierden los 0,011 euros por acción "podríamos dar por finiquitada la empresa".
2. Perderlo casi todo: el rescate
Si dan el Estado, los bancos y los acreedores dan el visto bueno al plan de rescate, la situación tampoco es halagüeña para los accionistas. Si se efectúa la capitalización de deuda que pide Abengoa significa que la empresa abre las puertas de su capital social a los antiguos acreedores como nuevos accionistas. Como no les puede pagar lo que les debe, Abengoa les da a cambio acciones de la empresa.
Si esto ocurre hay más acciones en circulación y eso repercute en una dilución del valor de los títulos de los accionistas. Otra disolución más que conlleva "mucho riesgo", según García.
¿Fuerte rebote a la vista? Cuidado, no serviría para el que está pillado
Sin embargo, el analista de Divacons AlphaValue explica que cuando se llevan a cabo canjes de deuda en 'chicharros' como Abengoa "suele haber rebotes brutales de +50% una vez la compañía tiene viabilidad para unos meses". Eso sí, el experto avisa de que esto serviría para nuevos accionistas que vayan a entrar, no para que los que ya están "pillados" recuperen una gran parte de su capital.
Los 10.000 euros en Abengoa que se han reducido a 17 euros
Un accionista que lleve en Abengoa desde antes de que se anunciara el primer rescate en 2015 ha perdido prácticamente todo su capital. Entonces una acción de Abengoa B valía 3 euros. Actualmente cuesta 0,005 euros por acción, es decir, medio céntimo. Para visualizarlo mejor: no existen monedas en circulación para comprar solo una acción de Abengoa B.
Es decir, que un accionista que haya entrado en la compañía a mediados de 2015 ha perdido un 99,83% de su capital invertido. Esto significa que si ha invertido 10.000 euros le quedan 17 euros.