La tasa Tobin es un impuesto más para los que invierten en acciones. Quien decide poner su dinero a trabajar en el mercado de valores tiene que tributar las plusvalías y los dividendos recibidos con entre un 19% y un 23% en el IRPF. El impuesto a las transacciones financieras supone un 0,2%. ¿Realmente engorda la tasa Tobin nuestra factura con el Estado cuando operamos en bolsa?
Te lo desvelamos en Expediente Abierto en el siguiente podcast.
Un ejemplo para entender la tasa Tobin
Para entender el impacto que va a tener la tasa Tobin sobre las operaciones con acciones, hemos imaginado que un inversor quiere comprar acciones de Inditex por 4.000 euros.
Como el impuesto a las transacciones financieras se paga a la hora de comprar títulos españoles, el inversor en cuestión tendrá que pagar el 0,2% de 4.000 euros. El resultado es ocho euros.
El ahorrador decide mantener las acciones de Inditex durante unos meses y en ese periodo de tiempo ha recibido 100 euros en dividendos. Cuando decide deshacerse de ellas las vende a 5.000, por tanto, las plusvalías ascienden a 1.000 euros.
En definitiva, el inversor ha ganado 1.100 euros por esas acciones de Inditex. Al tratarse de una cantidad inferior a los 6.000 euros, tributan en la base del ahorro en el IRPF con un 19%. Esto significa que el ahorrador tendrá que pagarle a Hacienda 209 por IRPF. Por tanto, Tobin solo engorda su factura fiscal en 8 euros frente a los 209 que se pagan por otros impuestos.
Desde ING, Francisco Quintana explica la opinión sobre la tasa Tobin que no está dando el mundo financiero: "el impacto de esta tasa probablemente será bajo teniendo en cuenta que en el fondo de un inversor medio el banco le cobra un 2%, 100 veces el volumen de esta tasa".
El director de estrategia de inversión ING analiza en Capital Radio el impacto que tendrá la tasa a las transacciones financieras
Impuestos en los fondos de inversión
Los fondos de inversión también tendrán que hacer frente a la tasaTobin cada vez que compren acciones nuevas. Esto significa que Tobin castigará a los fondos con una gestión más activa y con más rotaciones de cartera. Si la gestora en cuestión no está dispuesta a pagar ese sobrecoste lo repercutirá en el inversor.
Pero con las plusvalías de los fondos también tributan en el IRPF. Se paga entre un 19% y un 23% por las por lo que se haya ganado en el reembolso final del fondo respecto a lo que se invirtió inicialmente.
En el caso de los fondos de distribución, que distribuyen dividendos y no los reinvierten en la bolsa, también se tendrá que tributar entre un 19% y un 23% por recibir esas retribuciones.
Un experto consultado por Capital Radio hacía una reflexión en este sentido. Si el Gobierno justifica que este impuesto ayudará a pagar las pensiones, ¿por qué se aplica al activo con el que trabajan los planes de pensiones privados, las acciones? Lo analizamos con Arturo Jimenez, director del gabinete de Estudios de AEDAF, y Javier Domínguez desde Auriga Bonos.
Impuestos en los CFDs y ETFs
Hay una forma de escapar al yugo de la tasa Tobin si un inversor quiere operar en la bolsa: la clave está en los CFDs. Son instrumentos con los que se puede operar con la renta variable sin tener que poseer una acción. Y si no se tiene una acción en propiedad no se debe pagar la tasa Tobin.
Menos claro está el caso de los ETFs. Los expertos consultados por Capital Radio coinciden en que el impuesto a las transacciones financieras no debería afectar a los ETFs por ser derivados, pero el proyecto de Ley presentado por el Gobierno no lo explica de una manera clara.
En cualquier caso, en ambos instrumentos también se paga entre un 19% y un 23% en impuestos por las plusvalías, es decir, por el dinero que ganemos respecto a la inversión inicial.