El oro está en trayectoria alcista, de eso no hay duda. Entre la crisis del coronavirus, los bajos tipos de interés y los estímulos de los bancos centrales, los inversores no hacen más que buscar protección en el activo refugio por excelencia a medida que el dinero fiduciario pierde valor. A esto además, se le suma la estacionalidad. ¿Por qué los meses estivales suelen favorecer el precio del metal?
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Así como el “sell in may and go away”, en el mundo financiero existen muchos refranes y teorías. Durante la época estival la renta variable suele ofrecer menos rentabilidad si se la compara con los meses entre noviembre y abril. Por eso, durante los meses de verano los inversores buscan más tranquilidad y protección. En ese escenario entra el oro:
"Desde los años 70, la época en la que se quitó el patrón oro, vemos como existen tres meses consecutivos muy favorables para el oro. Son julio, agosto y septiembre y esto se debe probablemente a la demanda de refugio que tienen los inversores durante los meses estivales", explica Ricardo González, autor del libro El código de Wall Street.
Este además, es un año diferente. Con la elevada incertidumbre por la crisis del coronavirus, los bajos tipos de interés y los estímulos de los bancos centrales, estamos ante el escenario "idóneo" para el oro como dice Sergio Ávila, analista de IG.
El oro podría romper máximos de 2012 la próxima semana según Bank of America
Esta semana el oro incluso ha logrado un récord de casi 8 años. El miércoles ha tocado los 1.779 dólares la onza, su nivel más alto desde principios de octubre de 2012. Desde el comienzo del año ha aumentado un 16% y los analistas ven que el rally del metal continúa.
En Bank of América incluso consideran que la próxima semana se podrían superar los máximos de 2012 cuando alcanzó los más de 1.800 dólares. Así que a mantenerse pendientes porque si en los próximos días lo vemos romper esa barrera, no nos debería sorprender ver al oro superar los 1.900 dólares y finalmente batir sus máximos históricos.