El mercado asiático modera la caída de ayer durante esta sesión tras el peor desplome en ocho años de la bolsa china. El gigante asiático acentúa su crisis bursátil mientras su confianza económica se tambalea.
Ahora, Shanghai pierde un 1% y se sitúa en 3.668 puntos, tras abrir con un recorte del 4% pese a las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno durante la noche para estabilizar el mercado. Además, el regulador bursátil ha anunciado que continuará con la compra de acciones para intentar frenar la caída. Mientras, la bolsa de Shenzhen retrocede un 0,97%.
El impulso de los bancos y el sector financiero ha suavizado la caída en Shanghai, liderados por el Banco de China, que avanza un 1,5%. Mientras, China Coal Energy encabeza las acciones de energía a la baja y Petro China pierde un 1,6%. También sufren recortes las tecnológicas.
El Nikkei de Tokio se deja apenas un 0,04% y se mantiene en 20.342 puntos. En clave empresarial, destaca la caída del 1,4% de Murata Manufacturing, un fabricante de productos electrónicos que recibe el 57% de sus ventas de China y Taiwán. El fabricante de maquinaria Komatsu pierde un 1,5%, al disminuir las exportaciones disminuyen después de que el yen se fortaleciera frente al dólar. En el lado verde, Japon Exchange Group sube un 3% tras aumentar su beneficio operativo un 38% en el primer trimestre. Toyota Motor pierde también un 1%. El fabricante de coches es el mayor lastre para el segundo indicador, el Topix, que retrocede un 0,07%.
El Kospi surcoreano pierde un 0,11%, se mantiene por encima de los 2.000 puntos. El Hang Seng de Hong Kong parece aguantar mejor la volatilidad y se anota un 1,37%.
Las pérdidas en la bolsa china si contagian a la mayoría de los parqués del Sudeste Asiático. Bangkok y Kuala Lumpur son las únicas que iniciaron la sesión con ganancias. India, Nueva Zelanda y Australia también se anotan pérdidas.
Shanghai suaviza las pérdidas gracias al sector bancario
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