Los mercados asiáticos suben hoy gracias al crecimiento chino y el nuevo presupuesto fiscal que ha presentado Japón. La deuda en ambos países pone en solfa el resto de datos macroeconómicos.
En China, el crecimiento cerró 2016 con una subida del 6,7% (como adelantó Xi Jinping, su presidente, en el foro económico de Davos). El crecimiento superó las expectativas en el último trimestre del año, cuando China creció al 6,8% interanual. El consumo sigue creciendo en el país, y supone ya el 64% de la economía del gigante asiático. Un cambio de modelo solo puesto en duda por la deuda que acumula el Banco de China. La inversión para sostener el tejido empresarial ha sido muy elevada en 2016, con inyecciones directas que repercuten en el balance estatal. Algo similar a lo que ocurre con las administraciones provinciales, cuya deuda termina también pagando el estado.
En Japón, los ministros de economía y finanzas, y el primer ministro, Shinzo Abe, se han comprometido esta madrugada a cumplir con el presupuesto fiscal que han presentado hoy mismo y que entrará en vigor el uno de abril. El presupuesto presenta un gasto esperado superior a los 875.000 millones de dólares, y se compromete a cerrar el año con un déficit fiscal cero. Excluyendo evidentemente la deuda que ya arrastra. Para 2020 esperan reducir de forma drástica esa deuda, que actualmente supera el 200% del PIB.
Dentro del ámbito empresarial, Volkswagen fabricará junto a una joint venture china vehículos nuevos directamente en el gigante asiático, y lo hará a partir de 2018. Volkswagen entregó casi cuatro millones de vehículos el pasado año en este país, un 12% más que en 2015, y se ha convertido en el mayor vendedor de coches extranjeros en China. Para este año, planea invertir casi 4.000 millones de dólares en el país.
También una compañía china, Future Mobility, va a invertir 1.700 millones de dólares en incrementar la producción de coches eléctricos en Nanjing, un sector en alza en China, que gasta casi 20.000 millones de dólares al año en este tipo de innovación.
El mercado asiático sube gracias al crecimiento en China y el presupuesto en Japón
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