La matanza del West Texas. Si lo que ha ocurrido este lunes en el mercado de futuros del petróleo fuera una película de terror, ese sería el título. El West Texas, el crudo de referencia en Estados Unidos, se ha desplomado hasta un 300% durante la sesión y ha llegado a cotizar en negativo por primera vez en la historia.
Lo que está llevando al West Texas hasta sus instantes más oscuros son dos asesinos: el desajuste entre la oferta y la demanda y el vencimiento de los contratos de futuros.
Escucha el análisis del desplome del petróleo con Nicolás López de MG Valores y Luis Vicente Muñoz.
Análisis de la caída del petróleo con Nicolás López de MG Valores y Luis Vicente Muñoz.
Primer asesino: Cuando la oferta y la demanda van por caminos separados
El primer asesino que está provocando que el West Texas se desangre es el propio coronavirus. La nueva normalidad, caracterizada por el confinamiento y el cierre de la economía, hace del petróleo un bien innecesario. ¿Quién puede querer petróleo ahora que nadie viaja?
Según la ley de oferta y demanda, cuando hay más oferta que demanda, los precios del producto en cuestión deben bajar para incentivar su compra.
Para evitar ese desajuste, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) se puso manos a la obra. Decidió que iba a recortar la producción en más de 10 millones de barriles al día para poder situar a la oferta en linea con la demanda.
Sin embargo, esos recortes no llegarán hasta mayo y la descompensación entre oferta y demanda se va a prolongar un mes más.
Hasta entonces, los precios seguirán bajando por la ley de la oferta y la demanda. "La reacción de los recortes es más lenta que el movimiento de los precios en el mercado", explica Pablo García.
Lo explicamos en el siguiente podcast con Pablo García, desde Divacons Alphavalue.
Segundo asesino: los vencimientos de los futuros
Pero si esto lleva ocurriendo desde que comenzó el confinamiento y el cierre de la economía, ¿por qué esta caída de más del 300% en el West Texas este lunes? ¿Qué ha cambiado?
La clave está en el vehículo con el que se especula sobre los precios del West Texas: los futuros. Los futuros son contratos con los que se negocia la compra de un bien que se recibirá en el futuro pero se paga a un precio establecido en el presente.
Esos contratos de futuros tienen vencimientos, es decir, una fecha en la que se efectúa la compra de ese bien. En el caso de los futuros del petróleo, es la fecha en la que se reciben los barriles de crudo negociados en el contrato.
Volviendo al contexto actual, los contratos de futuros del West Texas del mes de mayo vencen mañana martes 21 de abril. Es decir, todo aquel que tenga en sus manos el contrato recibirá esos barriles.
Pero recordemos que, en esta situación, "nadie" quiere petróleo. Por eso, los operadores se apresuran a vender los contratos de futuros que todavía poseen y que expiran mañana.
De nuevo, por la ley de oferta y la demanda, si nadie quiere recibir esos barriles los poseedores de los contratos se ven obligados a bajar los precios de forma desmesurada para incentivar que alguien se los compre.
Con el vencimiento de futuros y la descompensación entre la oferta y la demanda de crudo, voilà: el cóctel perfecto para la matanza del West Texas.