Letterone (L1 Retail), propietaria del 29% de DIA, ha presentado esta mañana ante la CNMV una OPA voluntaria y un plan de rescate integral para "garantizar el futuro" de la compañía española. Para lograr este objetivo, L1 Retail "se compromete a respaldar una ampliación de capital de 500 millones de euros tras la liquidación de su opa voluntaria".
El vehículo inversor del empresario Mijaíl Fridman ofrece 0,67 euros por acción, lo que supone una prima del 56% sobre los 0,4293 euros de cierre de ayer. El tercer pilar del Plan de Rescate Integral elaborado por L1 Retail está centrado en la reconversión del grupo de distribución en un plazo de 5 años. "Es constatable que DIA pasa por serias dificultades financieras, y L1 Retail considera que necesita, urgentemente, un plan de transformación llevado a cabo por un equipo directivo de reconocida experiencia a nivel mundial en el sector de la distribución", explica la firma.
En un duro comunicado remitido a la CNMV, Letterone explica su proyecto para "Hacer a DIA un líder integral" después de que la actual junta haya "pasado por alto los principales cambios en las tendencias del consumidores", apunta. "La Compañía está, actualmente, en un declive estructural y su marca se ha deteriorado de manera significativa", añade.
La OPA se dirige al 70,9% de la compañía, equivalente a un total de 441.937.819 acciones, por lo que LetterOne desembolsaría un total de 296,1 millones de euros.
Complicado 2018
El pasado mes de octubre, DIA anunció una reformulación de sus cuentas de 2017 junto con un profit warning para 2018. "Estos hechos, junto con el elevado nivel de endeudamiento de DIA, han limitado la capacidad de la Compañía para operar de manera efectiva en el día a día y para invertir en su futuro", señala L1 Retail.
El precio de las acciones de la Compañía ha caído hasta un 89,3% en los últimos 12 meses. L1 Retail considera que el plan de recapitalización indicativo de 600 millones de euros que actualmente contempla la Compañía no aborda los desafíos estratégicos, de liderazgo y de estructura de capital fundamentales a los que se enfrenta DIA, y expone a los accionistas de DIA al riesgo de una dilución significativa sin una estructura de capital viable a largo plazo.