Comienza la semana en Asia con una caída de las exportaciones en China por encima de las expectativas. La nueva zona económica especial de Xiongan vuelve a ponerse en marcha. En Tokio, el Nikkei vuela tras una semana en la que ha estado cerrado.

Respecto a la balanza comercial China, logra en abril un superávit de 38.000 millones de dólares, a pesar de que las exportaciones crecen mucho menos de lo esperado. En concreto, aumentan un 8,1% frente al 16% que crecieron en el mes de marzo. Las importaciones, sin embargo, superan el 20% en términos interanuales. Estados Unidos ha rebajado su demanda de productos chinos, algo parecido a lo que ocurre con Japón, que en el mes de abril ha ido variando el foco, importando menos en términos generales (lo que influye en China, principal socio comercial). Los ministros de finanzas de ambos países, Japón y China, han mantenido un encuentro cerca de Tokio en el que reiteran su disposición a fomentar el libre comercio. No han concretado nada, pero consideran tanto Xiao Jie como Taro Aso que sus países cerrarán nuevos acuerdos de colaboración para elevar las relaciones comerciales a principios del próximo 2018. Le preocupa al gobierno japonés lo que está ocurriendo con el Banco Asíatico de Inversión en Infraestructuras, que este fin de semana celebraba una nueva reunión. Para Japón, la fuerza que está cobrando este organismo tiene demasiada dependencia de China, y esto debe variar, sobre todo para no perder el fuelle que estaba cogiendo el Banco Asíatico de Desarrollo, en el que las fuerzas están más equilibradas.


Todavía en China, las reservas de divisas en moneda extranjera crecen casi en 21.000 millones de dólares en abril. Un dato que supone un éxito para el gobierno, que frena así la salida de capitales, y al que hay que sumar que también aumentan las reservas de oro. Ambos movimientos suelen preceder a un movimiento del Banco Central Chino en el mercado de divisas, aunque no siempre ha sido así.

En lo empresarial, el ejecutivo chino va a extender sus controles sobre el sector asegurador del país, vigilando especialmente sus cuentas, para las que podría pedir mayores provisiones de capital. El gobierno de Xi Jinping quiere evitar el pinchazo de una burbuja del crédito en el sector inmobiliario, y las aseguradoras son parte de la solución para evitar posibles quiebras de empresas vinculadas al ladrillo.

Por cierto que el regulador de valores de Hong Kong ha decretado la suspensión indefinida de China Huishan Dairy. Un Holding que ya llevaba casi un mes suspendido de cotización tras presentar unas cuentas que no se correspondían con la realidad.

La nueva zona especial económica China, Xiongan, podría estar operativa desde la segunda mitad de este año. El viceprimer ministro chino, Zhang Gaoli, ha visitado este fin de semana la zona y ha asegurado que su intención es levantar el veto sobre la venta de inmuebles en la zona en el mes de agosto, cuando tengan ya controlada la fijación de precios y un sistema de asignación de esos inmuebles, para evitar la avalancha de ciudadanos hacia la zona en busca de un nuevo futuro económico. Algo que no han conseguido evitar en primera instancia, pero que esperan solucionar a lo largo de este mismo mes.