No quiere divorcio. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, espera que el Reino Unido y la Unión Europea no rompan su matrimonio. Así se ha manifestado en durante una conferencia de prensa en el marco de la Reunión de Primavera del organismo internacional. Lagarde considera que mantener Europa unida es el principal activo para la región.



Además, Lagarde se ha referido al escándalo de la llamados 'Papeles de Panamá'. Al respecto, ha abogado por avanzar hacia una cooperación internacional, ya que este asunto ha confirmado que es necesario seguir trabajando y no permitir la evasión fiscal.



Christine Lagarde ha aprovechado su comparecencia para hablar de la situación económica mundial. Y ha sido muy clara en su radiografía sobre el crecimiento global: "La recuperación es lenta y débil". Pero, para dejar un mensaje más tranquilizador ha matizado que "estamos en alerta, pero no en alarma". Los países emergentes y sus economías también ha sido objeto de comentario por parte de la dirigente del FMI. De China ha dicho que le preocupa "la implementación a medio plazo de la reestructuración de las empresas estatales". Aunque también espera que las autoridades chinas lleven a cabo la misma no sólo en la industria pesada, y además ayuden a estimular el consumo. 




A Lagarde le han preguntado además por los tipos negativos  y por las políticas de estímulo que están llevando a cabo los gobiernos. Dice que el FMI considera justificados algunos de estos estímulos, sobre todo si la situación de los mercados financieros es complicada y puede extender el nerviosismo en los mercados y generar desconfianza. Por ello, pone como ejemplo a Japón donde considera legítimas las políticas de estímulo. Siempre, añade, que vayan acompañadas de reformas y las políticas fiscales recomendadas por el FMI.