La Bolsa de Londres ha confirmado esta mañana la compra de Refinitiv por 27.000 millones de dólares, incluida deuda. Un movimiento que transformará a la firma británica en una gigante de los datos financieros. "Esta transacción es un hecho decisivo para la London Stock Exchange por su importancia estratégica", ha asegurado el presidente de la compañía en un comunicado. Esta operación "permitirá a nuestros clientes operar en diferentes regiones y monedas", y además, "creará un negocio con escala global y diversificación geográfica en mercados clave, incluido América del Norte y mercados emergentes de rápido crecimiento y Asia".
Como parte del acuerdo, los accionistas de Refinitiv tendrán una participación en LSE del 37% , pero menos del 30% del total de los derechos de voto. LSE espera que la compra suponga un ahorro de costes anual de 350 millones de libras, en un plazo de 5 años.
Don Robert continuará como presidente de la compañía ampliada y David Shwimmer permanecerá como presidente ejecutivo. El actual presidente ejecutivo de Refinitiv, David Craig, se unirá al comité ejecutivo de LSE.
La operación tendrá que lograr el visto bueno de las autoridades de la competencia. En 2017, la Unión Europea bloqueó el quinto intento de fusión de la bolsa londinense con la Deutsche Boerse. "Tenemos dos negocios muy complementarios, son más complementarios que superpuestos", asegura la LSE.
De momento la bolsa londinense no ha dado más detalles de la integración de la que están pendientes los 19.000 trabajadores de Refinitiv y los cerca de 4.500 trabajadores de LSE.
Refinitiv está controlado en un 55% por un consorcio liderado por Blackstone, el plan de Pensiones de Canadá y el Fondo Soberano de Singapur. El 45% restante está en manos de Thomson Reuters que ahora pasará a controlar el 15% de LSE. Refinitiv presta servicios a más de 40.000 instituciones en 190 países, incluidas empresas compradoras y vendedoras, gobiernos y corporaciones.