En la cita de mañana del Banco Central Europeo (BCE) el mercado ya da por hecho que va a haber pocas novedades, o mejor dicho, ninguna después de que en la reunión de marzo se anunciará una aceleración en la retirada de compra de deuda.

Por lo demás, las probabilidades de que el organismo mueva ficha con subidas de tipos quedan muy lejos.

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Jornada de reflexión para el BCE ¿nueva hoja de ruta?

El jueves Chrstine Lagarde dará a conocer las conclusiones del BCE en materia de política monetaria sin grandes expectativas

Ni Ucrania, ni la inflación... Lagarde se resiste a tocar los tipos

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El BCE discutirá sobre la política monetaria de los países que comparten el euro sin que se esperen nuevas decisiones más allá del ajuste de compra de deuda, que recordemos, según Lagarde se ha normalizado, que no acelerado.

Para Carlos Capela, de Federated Hermés, "el BCE lo que pretende es volver a una gradual normalización de la política monetaria dejándose mucha flexibilidad y opciones en el proceso".

En cualquier caso, el organismo comprará deuda por un importe de 40.000 millones de euros en abril, de 30.000 millones de euros en mayo y de 20.000 millones de euros en junio; mientras que para el tercer trimestre dependerá de los datos y de si la inflación sigue elevada.

La inflación, un factor que ejerce presión

La inflación es precisamente en lo que muchos expertos se apoyan para pensar que el BCE podría modificar un poco su hoja de ruta a un tono un poco más duro.

Esto es lo que opina también el economista jefe de Axa Investment Managers, Gilles Moëc, que, a pesar de descartar decisiones por parte de la institución esta semana, cree que el tono cambiará y se volverá algo más agresivo.

Además, señala que “la posibilidad de que el actual repunte de la inflación se convierta en algo más persistente tiene un gran peso en la opinión del Consejo”.

Algo que según Ignacio Victoriano, responsable de Renta Fija de Renta4 se tendrá en cuenta en esta ocasión, pero tal vez no con los frutos esperados.

"Aunque se trate de una inflación por el lado de la oferta y fundamentalmente por la energía, es bastante improbable que el BCE no siga con su presión en la política monetaria".

Según el analista no sería tan descabellado pensar en una normalización de los tipos después de verano.

Ucrania ejerce de freno

Pero, por otro lado, está la guerra en Ucrania, un factor que puede afectar al crecimiento de Europa y que probablemente haría echar el freno de mano respecto a posibles subidas de tipos al banco central.

No obstante, la analista independiente Olivia Álvarez cree que el discurso de Ucrania podría quedarse ya algo obsoleto.

" La situación en Europa empeora y a pesar del giro medianamente "hawkish" que ha hecho el BCE en los últimos meses, la evaluacion de efectos moderados sobre la economía a raíz de Ucrania podría quedar como un discurso obsoleto".

Mientras tanto la Reserva Federal sigue avanzando hacia políticas más restrictivas frente a las de liquidez con la reducción de su balance y subidas de tipos, que según las últimas actas publicadas, podrían llegar a superar el 0,25% en la próxima reunión.

Recordemos que según las previsiones de la Fed en su hoja de ruta para aumentar los tipos, 2022 terminará en el rango del 1,75 y 2%...por lo que serán necesarias subidas de un cuarto de punto en las próximas reuniones de la Fed de este año.