La empresa dirigida por Ana Botín registró en el primer semestre del año unas ganancias de 4.894 millones, lo que supone un 33% más que en el mismo periodo del año pasado.
Los resultados están favorecidos gracias a los ingresos y a la aportación del negocio en España, que ha disparado sus cifras por los menores costes, mayores ingresos y menores provisiones. Sudamérica y Norteamérica generaron el 59% del beneficio del grupo, mientras que Europa contribuyó con el 31%. España representa el 11% del beneficio total.
La compañía registró una fuerte actividad comercial, con un nuevo récord en clientes que sumaron 1,1 billones de euros. Además, los créditos y los depósitos han aumentado un 6% y un 5% respectivamente.
Los costes aumentaron un 5% debido a la inflación, pero en término reales, estos bajaron un 4% gracias a las mejoras de la productividad. La ratio de eficiencia fue del 45,5%, lo que sitúa a Santander como uno de los mejores entre sus comparables.
Sobre los ingresos, la compañía aumentó todos los indicadores. El margen bruto se ha elevado un 10,7% a pesar de los bajos tipos de interés en Europa.
El balance del grupo se mantuvo sólido, con una ratio de morosidad del 3,05%, 17 puntos básicos menos en términos interanuales gracias a la buena actividad en Europa y Norteamérica. Sobre el coste de riesgo, este ha sido del 0,83% por debajo de la media del ciclo.
Por último, el retorno sobre el capital tangible (RoTE) se sitúa en un 13,7%.
Previsiones
“Estamos invirtiendo para asegurar el futuro y mejorando la conectividad del negocio con el fin de crear valor para el cliente y el accionista. Pese a la incertidumbre y a las dificultades en la economía, confiamos en alcanzar los objetivos de 2022” ha apuntado Ana Botín en el comunicado.
Además, el consejo mantiene para este año la intención de distribuir a los accionistas el 40% del beneficio ordinario por medio de dividendos en efectivo y recompra de acciones.
