Tras años de disputa, dos titanes del Ibex se niegan a enterrar el hacha de guerra. Iberdrola y ACS, eternas enemigas por el intento de toma de control de Florentino Pérez sobre la empresa de Ignacio Sánchez Galán, han vuelto a la carga. Ahora Iberdrola demanda a ACS por unas declaraciones que considera "injuriosas" y "difamatorias".
Pero esta no es la primera vez que ambas se ven las caras en los tribunales ni tampoco la primera disputa legal que se libra en el Ibex 35.
Te lo contamos en este podcast de Expediente Abierto.
La disputa entre ambas empezó en 2006, cuando ACS compró el primer paquete de acciones de Iberdrola para intentar quedarse con la empresa. Más tarde Villarejo apareció en escena para, presuntamente, espiar a Florentino por encargo de Iberdrola y 'quitarle la idea de la cabeza'. Algo que ACS tildó de "repugnante" hace unas semanas y ahora Iberdrola la lleva a los tribunales por considerar esas palabras "injuriosas y difamatorias".
Pero esta no ha sido la primera vez que ambas se ven las caras ante el juez. Ya lo hicieron en 2010, cuando ACS pidió impugnar los acuerdos aprobados en la junta de Iberdrola de ese año porque en ese encuentro la eléctrica rechazó el nombramiento de un consejero de ACS por considerarlo competidor.
De todas formas, ACS no es la primera cotizada que Iberdrola ha llevado a los tribunales o a los reguladores. Lo hizo con Siemens, la alemana. No estaba de acuerdo con que esta no lanzara una OPA al fusionar su filial Wind Power con Gamesa, de la que Iberdrola era accionista mayoritario. Por eso, pidió a la CNMV que le obligara a lanzarla. Sin embargo, el regulador no le dio la razón.
A quien sí llevó a los tribunales fue a Bankia. La eléctrica de Galán reclamaba al banco los 12 millones de euros que perdió al invertir en su salida a Bolsa. Finalmente el juez dio la razón a Bankia, e Iberdrola tuvo que tirar la toalla.
Esta OPV, que finalmente tuvo un juicio para ella sola llamado el 'caso Bankia', suscitó demandas de varias cotizadas que participaron en la salida a Bolsa. Meliá Hoteles pedía un millón de euros, misma cantidad que Duro Felguera. Mientras tanto, los Villar Mir reclamaban hasta 20 millones que habían invertido a través de OHL, Ferroatlántica y Fertiberia.
Todas estas empresas demandantes acabaron retirándose o perdiendo el juicio por considerarse que tenían los conocimientos que un inversor minorista no tiene.
A veces son las OPVs las que promueven demandas entre las cotizadas, pero otras veces son las OPAs. Por ejemplo, la que lanzó Gas Natural sobre Endesa en 2005. Endesa demandó a la gasista y a Iberdrola porque ambas habían firmado un acuerdo por el que la eléctrica se quedaría con activos de Endesa si prosperaba la OPA.
En otras ocasiones las batallas judiciales derivan de batallas accionariales. Uno de esos casos es la demanda de Acciona a FCC después de que esta última no permitiera el nombramiento de tres consejeros de Acciona en la cúpula de FCC por considerarla competidora.
Otro caso es la guerra entre Mediaset y Vivendi, la francesa, que por ser accionista del grupo de comunicación llevó a los tribunales la fusión entre Mediaset Italia y España.