Internet paralizado. Y sitios web de noticias de todo el mundo sin servicio. Una premisa propia de las pesadillas de los millenials más “enganchados” (y de periodistas) que ha sucedido este martes. ¿Cuál ha sido el problema? ¿Quién es Faslty, el causante de toda esta “crisis”?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
Lo que ha provocado que no se haya podido acceder a algunas de las principales páginas web de medios de comunicación mundiales como el New York Times o la CNN
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Si supiéramos cómo es el infierno, si viviéramos el apocalipsis, muchos dirían que se parece a lo que hemos vivido este martes. Un apagón general de muchas de las principales webs del mundo, de periódicos como The New York Times a comercios electrónicos de la talla de Amazon, pasando por Twitch, Vimeo, Reddit, Shopify o la CNN.
Aquí en España en los sitios web de Expansión, Cinco Días o Atresmedia los gritos de más de uno (y una) que no han (hemos) sabido qué hacer durante, eso sí, unos minutos ya que el servicio se ha restablecido al poco de conocerse la incidencia.
Un fallo con nombres y apellidos Internal Server 503, un temido mensaje que lo único que nos está diciendo es que el servicio, en ese momento determinado, no está disponible porque los servidores responsables de la transmisión de datos no están “funcionando bien”.
La responsable
Y, ¿de quién son estos servidores? De una compañía estadounidense, nacida en 2010 cotizada desde 2019, y con una valoración de mercado de 5.780 millones de dólares, Fastly. Una responsable de un caos que ha traído de cabeza a un gran número de usuarios ávidos de información y datos, justo, durante este momento del día.
Fastly, en la jerga digital, es lo que se conoce como un CDN, un Content Delivery Network, en castellano, redes de servidores distribuidos geográficamente que ayudan a las diferentes páginas web a entregar sus contenidos en cualquier parte del mundo de una forma rápida y segura. Y hoy ha rapidez parece que la han dejado de lado y la seguridad, al no haber servicio, tampoco tenía mayor relevancia.
Pero claro el problema es que los CDN no son un elemento “de decoración” sino que, para entendernos, son el corazón de todo un sistema que late al compás de los teclados y las torres de conexión que almacenan algunos de los datos de conexión de los usuarios como, por ejemplo, contenido de medios digitales como los que han “caído”.
El problema de la dependencia
Replicando las webs de sus clientes o algunos de sus contenidos estáticos, como el diseño o las imágenes, en varios servidores distribuidos geográficamente para que la persona pueda acceder a la página que tiene más cerca de casa o de la oficina, de tal forma que la velocidad de carga se reduce considerablemente y el servicio es mucho más rápido.
Hay que apuntar que un problema como el de hoy “no es lo habitual”, pero sí que hace visible un “serio problema” no por el hecho como tal sino por la cantidad de páginas afectadas y el tiempo que han estado sin servicio.
La caída de Fastly puntualizar que ha puesto de manifiesto que la dependencia de un único proveedor en un punto clave de las telecomunicaciones puede ser crítico si éste falla de forma masiva.
Estos CDN como el de Fastly y Cloudfare son ya en parte indispensable “los entresijos” de internet. Y eso tiene grandes ventajas... e inconvenientes.
Proveedores como Fastly permiten que la experiencia de navegar igual en el portátil o en el móvil y, por qué no decirlo, que el negocio sea “viable” desde el punto de vista económico ya que ningún sitio web podría sostener con sus fondos (y menos los medios de comunicación que están profundamente endeudados) infraestructuras de esta naturaleza en todo el mundo.
Amazon se libra
Y este es el secreto de “grandes” como Amazon que de la mano de Amazon Web Services, son capaces de ofrecer su tecnología en la nube a menores precios a miles de empresas que, de otra forma, no podrían funcionar.
La situación es tan “inverosímil” que sitios como The Verge, uno de los sitios web más relevantes de información tecnológica, ha tenido que sustituir su página web por un documento compartido de Google Drive en el que iban subiendo toda la información ya que la web no iba “ni para atrás ni para delante”.
En España, Fastly es proveedor oficial de compañías como Unidad Editorial, Prisa o Atresmedia, que, por cierto, no ha podido emitir por internet durante el tiempo que el servicio ha estado suspendido. En otros casos, como 'The New York Times' o 'The Guardian' la web estaba en blanco mientras que Twitter no cargaba las imágenes y los emoticonos brillaban por su ausencia.
Desde Fastly aseguran poder gestionar, al día, más de 800.000 millones de peticiones diarias entre Norteamérica, Sudamérica, Europa, África, Asia, Australia y Nueva Zelanda. Con lo de hoy, según los medidores de tráfico de datos, se han “hundido” las búsquedas web más de un 75%.
De todas formas, el problema ha sido mínimo (aunque no por ello menos grave). Al mediodía teníamos la noticia y apenas media hora después estaba todo solucionado. De hecho, en un comunicado, la red social asegura que la incidencia está “completamente” solventada y que la red global estaba volviendo “progresivamente” a la normalidad.
¿Y qué le ha pasado en los mercados a la empresa?
Al cierre de ayer las ganancias eran de 7,17% que replicaba, a pesar de los problemas, en la apertura de hoy.
Y que la empresa, según Julián Coca, responsable de Renta Variable de MCH Investment Strategies, es buena aunque para invertir, en opinión de Coca, no es la mejor opción.
Así las cosas y con el problema solventado, tranquilizarles: ni la emisión ni el sitio web de Capital Radio, capitalradio.es se han “caído” a pesar del hundimiento de la red de información global. Aquí estamos a salvo.