Los reguladores de los mercados bursátiles de los dos países más afectados por el coronavirus, Italia y España, han prohibido las ventas en corto.
En España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha tomado esta decisión ante la situación de “extrema volatilidad” de los mercados y ante el “riesgo de que en las próximas semanas pueden producirse movimientos de precios desordenados”.
La prohibición se extenderá hasta el 17 de abril, incluido, y podrá prorrogarse si se mantienen las circunstancias que la han motivado. En sentido contrario, la prohibición podrá levantarse sin agotar el plazo si se considera necesario.
En la decisión también se han tenido en cuenta las implicaciones de la declaración del estado de alarma.
La toma de posiciones cortas es una estrategia que implica la venta de acciones de un valor con la pretensión de que de su precio caiga y así poder recomprarlas después más baratas.
En Italia, la Consob también ha tomado medidas y prohibirá las ventas en corto durante 24 horas y pone en marcha un procedimiento que le permitirá adoptar más medidas restrictivas, incluyendo una prohibición más duradera si es necesario. Este martes se aplicará a 20 acciones.
La Autoridad Europea del Mercado de Valores (Esma) ha reducido el umbral mínimo a partir del cual los inversores deberán informar de sus posiciones cortas, que pasa del 0,2% al 0,1% del capital de la cotizada.
"Existe un claro riesgo de que la tendencia a la baja continúe en los próximos días y semanas", añadió la ESMA sobre la venta en el mercado provocada por la propagación del coronavirus.
Muchos países pusieron freno a las ventas en corto tras la crisis financiera de 2008. Si bien esas prohibiciones pueden atenuar el impacto, los expertos afirman que sólo funcionan durante un tiempo limitado y tienen poco impacto en el mercado en general.