El S&P 500 vuelve a hacer historia. El mensaje ‘dovish’ del presidente de la Fed, Jerome Powell, ha sido la gasolina que necesitaba el motor S&P para superar una nueva barrera: los 3.000 puntos. Consiguió hacerlo intradía, y no en el cierre, pero se trata de la primera vez que siquiera los toca. Y este jueves lo ha vuelto a hacer.
Pero, ¿cómo de importante es que el índice americano haya superado una nueva barrera tan redonda como la de los 3.000 puntos? ¿Es una señal de fortaleza o se trata simplemente de puro simbolismo emocional? Ricardo González, de GPM International Capital, cree que se trata de una barrera emocional y que lo más probable es que "rompamos ese nivel".
Le ha costado 5 años pasar de los 2.000 a los 3.000 puntos. Cinco años con una economía estadounidense en plena expansión y con un ciclo alcista que han servido como motores de esa rápida subida. Pero lo curioso es que estos cinco años no son nada en comparación con lo que ha tardado en anteriores ocasiones en superar hitos en los mil puntos redondos.
Desde el año 1957, cuando el S&P 500 comenzó a ser tal y como lo conocemos hoy en día, hasta que superó los 1.000 puntos pasaron algo más de cuatro décadas, 41 años. Después tardó un poco menos de la mitad de ese tiempo en alcanzar los 2.000 puntos. Lo hizo en 2014, 16 años después de superar los 1.000 puntos. Y desde entonces solo ha necesitado la mitad de ese tiempo, casi cinco años, para tocar los 3.000 puntos.
Es decir, que históricamente para alcanzar un nuevo múltiplo de mil el S&P 500 tarda algo menos de la mitad del tiempo que la última vez. Y aquí, a parte del ciclo económico y el ciclo bursátil, hay un culpable mucho más simple: las matemáticas. El porcentaje para subir de los 0 a los 1.000 puntos es mucho mayor que el que se necesita para subir de los 2.000 hasta los 3.000.
Nos decía el experto que, teniendo en cuenta que el ciclo bursátil acompaña, lo más probable es que rompamos ese nivel en los 3.000 puntos. Pero si de repente ese ciclo alcista se revirtiera, todo podría cambiar. Y, ¿cómo identificamos cuándo eso puede ocurrir? La clave para González está en los valores que impulsan la subida del índice: si solo lo hacen los grandes valores mientras los pequeños caen, esa sería una señal de que el ciclo bajista está cerca.
Una de las curiosidades de estos cinco años que ha tardado el S&P en pasar de los 2.000 a los 3.000 puntos está en ver cuáles son los valores ganadores y los perdedores. De las 10 empresas del índice que más han subido estos años, seis son tecnológicas. El oro se lo lleva Nvidia con una subida acumulada de un 722%, seguida del 489% de Amazon. La tendencia positiva de las tecnológicas parece clara, pero ¿debemos seguir apostando por ella en el futuro? El experto lo tiene claro: "cuando algo está subiendo lo mas probable es que siga subiendo".
Por otro lado, las peores empresas del S&P han sido las petroleras y las energéticas. En total, cuatro de las diez peores se dedican a este sector con National Oilwell a la cabeza con una caída del 79%. Y el motivo para el experto podría estar en la fuerte caída de activos como el gas natural y la fuerte correlación que existe entre ellos.