Una de las principales tensiones de mercado a la que asistimos en la actualidad es la de China y Estados Unidos, toda una nueva guerra fría en materia de muy alta tecnología. La atención está puesta en el sector de los semiconductores. Pero, ¿cómo afecta a Europa y las compañías de chips del viejo continente?
Las empresas del viejo continente preocupan.
Europa, en medio del conflicto
"Los años que nos esperan son de reajuste de lo que entendíamos por globalización", comenta Xavier Ferràs, profesor titular del Departamento de Operaciones, Innovación y Data Sciences de Esade.
Nuestro continente no solo está en medio del conflicto desde el punto de vista geográfico, la postura de Europa es mucho más dependiente de China que Estados Unidos.
Sectores de alto valor añadido
"Estoy pensando, por ejemplo, en el sector del automóvil. Si ahora China pone aranceles al mercado automovilístico alemán, pues BMW, Volkswagen y Mercedes van a tener serios problemas", comenta Rafael Ojeda, estrratega jefe de Mercados Globales de Fortage Fund.
"Es difícil estar permanentemente en contra de China. Pensemos que al final el gigante asiático juega un papel fundamental en materia de tierras raras, las cuales tienen un peso estratégico en la industria precisamente por lo limitada que está su cadena de suministro", aclara Rafael Damborenea, profesor de finanzas de Eude Business School.
Parece que el viejo continente va a tener que remar con la corriente tecnológica, sobre todo si quiere seguir manteniendo su postura privilegiada en un mundo cada vez más competitivo.