Moodys hace saltar las alertas sobre China. Rebaja un escalón su calificación por el riesgo de que pinche la burbuja crediticia. En Japón, el Banco Central se desliga hoy de cualquier movimiento de normalización en sus tipos de interés.

Volviendo al asunto del día en el mercado asiático, Moodys rebaja un escalón la calificación crediticia de China, que conserva el rango A pero a menor nivel. Encuentra la agencia de calificación varios problemas en el nuevo modelo productivo del gigante asiático. Por un lado, asegura que para incentivar el consumo los bancos podrían haberse pasado de rosca, porque el endeudamiento privado continúa alimentando distintas burbujas; una en la bolsa y otra, más peligrosa, dentro del mercado inmobiliario. Por el lado del endeudamiento público también encuentra problemas China. La deuda sobre PIB está en el entorno del 40%, pero no contabiliza las inyecciones de dinero en las empresas públicas, ni tampoco los préstamos que realizan las administraciones locales a las constructoras, ni el gasto extraordinario que tienen, precisamente, algunas de esas administraciones locales. Además, también esperan que el crecimiento caiga hasta cerca del 5% en los próximos años, y citan como factores de riesgo la caída en la inversión en China, la falta de cualificación de muchos trabajadores y la falta de crecimiento de las nuevas empresas. El analista y experto en economía asiática, Rafael Galán (Perpe), analiza los detalles en Capital Radio.



Entre tanto, en Japón continúa el tira y afloja del Banco Central. Si en los últimos dos días Kikuo Iwata, miembro del BoJ, afirmaba que era conveniente normalizar la política monetaria, hoy hemos escuchado la teoría contraria, y curiosamente ha sido por boca del expresidente de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés). Asegura Ben Bernanke que es momento de que el Gobierno nipón y el Banco Central de Japón realicen un nuevo esfuerzo y lancen un nuevo plan de gasto fiscal, para impulsar a las empresas ahora que parece que pueden sufrir en la segunda mitad del año. El gobernador del BoJ, Haruhiko Kuroda, ha preferido no comentar ni lo uno ni lo otro. Se limita a decir que, por el momento, “todo seguirá como está y además está dando buenos resultados”.

En clave empresarial el protagonismo se lo lleva un rumor que empieza a cobrar fuerza. La empresa estatal china Sinochem estaría considerando fusionarse con ChemChina, con la intención de crear el mayor grupo de químicos industriales del mundo. Las conversaciones estarían muy avanzadas, creando una empresa consolidada de más de 120.000 millones de dólares. Empresa que lideraría el actual líder de Sinochem, Ning Gaoning. El acuerdo se podría anunciar oficialmente cerca de finales de año, cuando ChemChina termine de completar la integración de la suiza Syngenta, por la que ha pagado 43.000 millones de dólares, la mayor compra de una empresa china en el extranjero.