La reconversión de los mercados y el nuevo regulador en China sigue su curso, y ahora tratan de reducir la opacidad de muchas grandes empresas. Insisten además en el que crecimiento rondará el 6,9% a finales de 2017. En Japón, por su parte, los miembros del Banco Central airean sus discrepancias.
Los datos de crecimiento en los dos primeros trimestres muestran que China creció por encima de las expectativas, y salvo una abrupta reducción, lo normal es que se superen también las previsiones a finales de año, que apuntan a un crecimiento del 6,7%. Según los datos del Centro Estatal de Información (SIC, por sus siglas en inglés), el crecimiento del PIB se apoyará en una fuerte demanda de servicios en la segunda mitad del año, y con ello se reducirá el impacto negativo que van a tener las medidas que ha tomado el Gobierno en el sector inmobiliario. En esa línea, el mercado hipotecario se disparó, especialmente en el primer trimestre del año, y el Ejecutivo mantiene todavía medidas muy restrictivas para este sector, en el que está prohibido hacerse con una segunda casa en la misma ciudad en prácticamente todo el territorio, y donde además pedir un préstamo para una vivienda se ha encarecido sobremanera por la subida en el tipo de interés de los créditos. Con todo, desde el Centro Estatal de Información esperan que China cierre con un crecimiento anual del 6,9%.
Allí, en China, el conglomerado HNA ha dado varios pasos para normalizar su situación en el mercado. Es una de esas compañías de las que se sabe poco acerca del accionariado, e incluso había recibido una denuncia de quien fuera uno de sus principales inversores, el multimillonario Guo Wengui. Tras un requerimiento por parte del Gobierno, HNA ha movido ficha. Retira a dos de sus principales inversores, aunque lo hace de forma anónima, y registra otros dos que ya poseían parte de sus acciones, como son las fundaciones Hainan Cihang Charity y la Fundación de la Caridad Cihang de Hainan. Parecen casi lo mismo, pero no lo son. En todo caso, pertenecen al mismo inversor y entre ambas controlan un 52% de la compañía, pero ahora queda claro quien respondería en caso de encontrar problemas en el conglomerado, uno de los mayores gigantes hoteleros del mundo.
Por cierto que, respecto a China, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha anunciado que el organismo que preside podría trasladar su sede a Pekín en diez años si continúan las tendencias de crecimiento para China y otros grandes mercados emergentes.
Terminamos las crónicas en Japón, donde los responsables de del Banco Central (BoJ por sus siglas en inglés) cuestionaron el nivel de información que deben filtrar al mercado. La posibilidad de que comiencen a retirar estímulos monetarios es algo que se ha barajado con firmeza, con alguno de los miembros del Banco de Japón argumentando incluso que si subieran los tipos de interés lo haría también la inflación, que está lejos de su objetivo del 2%. Tras la reunión del BoJ del pasado 20 de julio, al parecer surgieron dudas sobre la información debía llegar al resto del mundo, aunque parece que, por el momento, se inclinarán por la total transparencia, a la espera de un repunte de la inflación este año.
Crónicas asiáticas: China limpia el mercado, Japón su hoja de ruta.
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