Madrugada falta de referencias y datos marcoeconómicos en Asia. El Banco Central de China planea cambiar el modo por el que fija la cotización del yuan y en Hong Kong, el gobierno está enfriando el mercado inmobiliario, intentando evitar nuevos vaivenes en los precios. En lo empresarial, Samsung y Hyundai reforzarán su posición en China.
Respecto a la reforma del modo en que se calcula el cambio del yuan y la horquilla en la cesta de precios junto a otras divisas, el Banco Central chino asegura que es necesaria una revisión porque actualmente sigue sometida a demasiados movimientos irracionales. La realidad es que son conscientes desde el organismo monetario de que si su país termina reemplazando a Estados Unidos como el mayor socio comercial del mundo, su divisa tenderá a apreciarse. Algo que se evitaría con un mayor control (del que ya de por sí tienen) sobre la propia moneda. En todo caso, no ha trascendido ningún detalle de cómo sería la nueva fijación del valor del yuan.
En Hong Kong, y tras una subida del precio de la vivienda de casi un 150% desde que comenzase la crisis, el Gobierno busca ahora el modo de enfriar ese mercado, donde los llamados nanoapartamentos, que tienen entre 30 y 60 metros cuadrados, cuestan más de medio millón de dólares. Por el momento, la idea del ejecutivo ha sido congelar los precios en ciertas zonas de Hong Kong, pero todavía evalúan cuál es el siguiente paso a seguir.
Respecto a los protagonistas empresariales, Hyundai abrirá una nueva fábrica en China, donde espera mejorar su reputación gracias a dos factores; los nuevos contratos para fabricar componentes militares para el escudo antimisiles, y el lanzamiento de sus vehículos todocaminos a un precio más asequible para los consumidores chinos. Según distintos estudios que maneja la propia compañía, en China la marca Hyundai se ve como un fabricante de taxis, y no existe la percepción de que fabrique coches eficientes para las familias. De ahí la apuesta por los todocaminos que ahora realizará la compañía.
Samsung también incrementará su presencia en el gigante asiático. Pondrá en marcha una tercera fábrica para la elaboración de chips y pequeños componentes para móviles. Un traslado al que hasta ahora se había negado la compañía pero que, tras la caída de su reputación en su propio país y el cambio en la directiva, supone un nuevo reto para Samsung.
Terminamos con una salida a bolsa. China Tower, empresa propietaria de la red de torres de comunicaciones móviles del país, espera colocar entre el 10% y el 20% de su capital en el mercado, con lo que busca captar entre 5.000 y 10.000 millones de dólares. Esta mañana ha dado el pistoletazo de salida a los bancos colocadores para que analicen las ofertas y pongan en marcha ese debut bursátil.
Crónicas asiáticas: China cambiará la forma de calcular el yuan
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