Madrugada con los índices asiáticos siguiendo la estela de Wall Street (con caídas entre el 1% y el 1,5%), y cargada de datos macroeconómicos en Asia, con China mostrando crecimiento del sector manufacturero, y Japón encadenando cinco meses consecutivos de subida en la inflación.
En concreto, en mayo los precios del país del sol naciente crecieron un 0,4%. La luz, los combustibles y el agua llevan a una nueva subida del IPC por quinto mes consecutivo. Pero es sólo el primer punto de los que quiere lograr el Gobierno nipón, que en el lado contrario ve como el consumo vuelve a caer una décima y, más importante, los ingresos medios por hogar caen un 1,7%. Que la población no aumente su nivel de riqueza, que no consiga un mayor poder adquisitivo, es algo que trata de frenar el Ejecutivo de Shinzo Abe, temeroso de que si no aumenta el poder adquisitivo los precios terminen de nuevo por caer. En esa línea había prometido pactar subidas salariales con las empresas para este mes, pero ha sido una de esas promesas que se cierran en falso. La producción industrial cae más de un 3% en mayo, y as automovilísticas además han frenado el ritmo de producción de vehículos, por lo que no será fácil pedirles sobre esfuerzos en los próximos meses.
Por el lado chino, el PMI manufacturero (indicador que refleja el crecimiento del sector productor y su fuerza laboral) creció en mayo hasta los 51,7 puntos desde los 51,2. Once meses consecutivos de subida sirven al Gobierno chino para presumir de una producción estable a pesar del cambio de modelo de crecimiento (orientado ahora hacia el consumo)
Hoy concluye en Hong Kong la visita de dos días que realiza el presidente chino Xi Jinping. El líder del país ha visitado hoy a las tropas del Ejército del Pueblo, que han recibido con loas al secretario general del Partido Comunista, que probablemente será reelegido como tal el próximo mes de octubre.
Terminamos hoy el viaje en Corea del Sur, donde la producción industrial creció un 0,2% en mayo, gracias a la producción de chips, que se incrementó casi un 10%. En todo caso los ojos de los surcoreanos se posan en Estados Unidos, donde Moon Jae-In, su nuevo presidente, está de visita. Esta tarde se reunirá con Donald Trump para hablar de los acuerdos comerciales entre ambos países pero, en una cena celebrada anoche, Trump ya anunció que no serían conversaciones sencillas porque a Jae-In no le va a gustar que quiera recortar el superávit comercial que Corea del Sur tiene con Estados Unidos.
Crónicas asiáticas: caídas bursátiles pese a los datos en China y Japón
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