Los mercados asiáticos caminan indecisos esta madrugada, con China pendiente de la inversión extranjera directa. El protagonismo empresarial pasa, una vez más, por Japón; el gobierno podría intervenir para evitar que Toshiba ceda su tecnología a una empresa extranjera.

Respecto a la inversión extranjera directa en China, se ha producido un caída importante especialmente en el mes de enero. Como año nuevo cayó en febrero y el año pasado en enero los datos los ofrece el gobierno de forma conjunta. Si los separamos, el problema no está en febrero, sino en un enero que ha sido el peor mes por inversión extranjera en un año y medio. Mal dato que además tumba el de febrero, haciendo que en conjunto esa inversión extranjera directa en el país cayera un 2,3%.

Todavía en China, las reservas de divisas extranjeras de sus principales bancos están a su menor nivel en los últimos seis meses. Aún están en niveles altos, pero es un indicador de que China ha tratado de estabilizar su divisa ante los bandazos que, especialmente desde la llegada de Donald Trump a la casa blanca, ha dado el dólar.

En Japón, el gobierno está estudiando qué puede hacer que Toshiba no venda su división de memorias flash ni quiebre por no encontrar una buena oferta por su división nuclear. La operación de compra y ampliación de esa división nuclear, llamada Westinghouse, le está costando muy caro a la japonesa, que ha visto como dimitía su presidente y está a punto de declararse en bancarrota. Para evitarlo, necesita cerca de 7.000 millones de dólares, y lo más atractivo para sus competidores es comprar una participación mayoritaria en la división de memorias flash. Esto le daría mucha más liquidez de la que necesita, pero perdería el control de su principal activo. Apple es una de las que ha pujado por esta división, pero hay compañías taiwanesas o surcoreanas también muy interesadas. El gobierno de Shinzo Abe podría intentar que un conglomerado nipón comprase esa participación, o incluso una menor, para que todo quedase en el país. De momento estudian opciones para que no sea ilegal la operación.


La china Guotai Junan Securities ha obtenido la aprobación de la bolsa de valores de Hong Kong por su oferta de acciones de alrededor de 2.000 millones de dólares. La correduría planea comenzar la pre-comercialización de acciones. También ha salido al mercado la china Fosun, que ha captado 800 millones de dólares en bonos a cinco años, por los que pagará un 5,3% de interés.