Hace cinco años era la mayor empresa de chips del mundo en Bolsa. Hoy apenas capitaliza los 100.000 millones de dólares y está fuera del índice Dow Jones. Se trata de Intel. Su puesto en el Dow lo ocupa Nvidia, cuyo valor de mercado supera los 3,3 billones de dólares. Intel ha sido incapaz de reinventarse, de recuperarse con la revolución que ha supuesto para el mercado la penetración del hardware para inteligencia artificial. Y la prolongación de su agonía en resultados, en márgenes y en bolsa tiene consecuencia de calado: cae su CEO, Pat Gelsinger. Llegó en 2021 para revivir al gigante. La realidad es que las cifras son un desastre frente a Nividia y la dirección de la empresa forzaba su marcha el pasado fin de semana (en una réplica del caso Stellantis).
Intel fuerza la marcha de CEO ante el desastre en Bolsa de la empresa