El beneficio neto del banco español Santander ha caído un 82% en el primer trimestre de 2020 hasta los 331 millones de euros, debido principalmente a unas provisiones de 1.600 millones para prepararse contra el impacto de la epidemia de coronavirus en sus cuentas.
“Este cargo se basa en una estimación anticipada de las pérdidas en préstamos a causa de la pandemia”, señala el banco.
Las provisiones totales contra insolvencias aumentaron un 6,3% interanual en el periodo hasta 2.309 millones de euros.
El segundo mayor banco cotizado de la zona euro registró entre enero y marzo una reducción del 2,2% a 8.487 millones de euros en el margen de intereses (los ingresos que provienen de los intereses por conceder crédito menos los costes de los depósitos).
En Capital Radio, Juan Luis García Alejo, experto de Andbank, destaca que el banco lleva cinco trimestres con el margen de intermediación que apenas crece y también le caen las comisiones aunque sí está realizando un buen control de costes que hace que esa situación no se traslade al beneficio ordinario.
García Alejo explica cómo la referencia en la cotización del Santander en 2018 eran los 6 euros, en 2019, los 4 euros y este 2020, con la crisis del coronavirus, la referencia son los 2 euros. Considera que la presión sobre los resultados seguirá y eso se observa en la ROTE, la rentabilidad sobre el capital, que es de un 8,8% real, y en la caída de la producción de hipotecas y en consumo.
Señala que el banco ha aguantado muy bien y se prepara con las provisiones de 1.600 millones de euros que ha anunciado pero también considera que es un sector que estará muy sometido a presión y eso se refleja en la cotización sobre el valor en libros.
El panorama para los bancos es poco halagüeño con un entorno de bajos tipos de interés al que se añade ahora la pandemia por el coronavirus
El experto de Andbank desgrana los ratios de banco que preside Ana Botín y por dónde llegará la presión en los próximos trimestres
La presidenta del Santander, Ana Botín, señala que ahora mismo es imposible predecir el impacto final de la crisis sanitaria y añade que el banco se encuentra en una posición sólida para hacerla frente.
En conferencia con analistas, el consejero delegado, José Antonio Álvarez, ha dado por buenas las previsiones que apuntan a una recesión de la economía "muy profunda" pero con una duración corta -tres, seis o nueve meses-, que vendrá seguida de una recuperación "muy rápida".
Con esa perspectiva, Álvarez piensa que el Santander será capaz de gestionar la situación en sus principales mercados, incluido Brasil, la principal fuente de ingresos del grupo.
También ha subrayado que el banco mantiene su objetivo de recortar 1.000 millones de gastos en Europa y mantener los niveles de capital en la horquilla del 11-12 %; tanto es así que apunta que se situará en la parte alta de esa banda a finales de este año a pesar de la pandemia