El Banco Central Europeo se sacrifica. En una misteriosa e inesperada reunión a tan solo siete días de la celebración del encuentro mensual de abril, el Consejo de Gobierno del BCE ha hecho un movimiento histórico: aceptar bonos basura como colateral de los préstamos que concede a los bancos. ¿Está Christine Lagarde mandando al BCE a la quiebra?
Te lo explicamos en este podcast de Expediente Abierto.
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Explicación del movimiento del BCE
Para que la liquidez fluya por la economía, especialmente en circunstancias como estas, el banco central realiza subastas de liquidez. Esto quiere decir que presta dinero a los bancos para que estos, a su vez, lo presten a empresas y ciudadanos.
Pero el BCE no se quiere pillar los dedos: si los bancos no pueden devolverles lo prestado, ¿qué? Ahí entran en juego los colaterales o garantías: activos que el BCE se queda si los bancos no pueden pagar esos préstamos.
Hasta ahora, esos activos podían ser bonos soberanos o corporativos siempre y cuando fuera deuda calificada con “grado de inversión”, esto es, con alta probabilidad de ser devuelta. Es decir, no podían ser "bonos basura", títulos que las agencias de calificación consideran que tienen riesgo de quiebra y, por tanto, pueden no ser devueltos.
Ganan los bancos y la economýa y, ¿pierde el BCE?
El movimiento del BCE tiene una explicación. Así se asegura que la liquidez llega a todos los rincones posibles del sistema, es decir, que las entidades también puedan aportar bonos basura para acceder a esas subastas de liquidez. Con esto, los bancos se frotan las manos, puesto que tienen una restricción menos para acceder a la liquidez e inyectarla en la economía.
El único que pierde es el Banco Central. Si los bancos no pueden pagar los préstamos que les ha concedido, el BCE se queda con los bonos basura que hayan aportado. Un sacrificio en toda regla, porque si los emisores de esos bonos no cumplen con su compromiso y no pagan quien pierde es el BCE.
Y ¿qué pasa si el balance del gran salvador de la economía europea se inunda con bonos basura? Algunos expertos creen que depende del grado de “contaminación” de los bonos basura respecto al resto de activos en el balance del banco central.
Si se quedara todos los bonos basura de Europa, solo contaminaría un 4,3% de su balance
Pongámonos en el peor de los casos, que el BCE acaba quedándose con todos los bonos basura denominados en euros. Bloomberg calcula que hablamos de unos 200.000 millones de euros en total. El balance del BCE en 2019 fue de 4,3 billones de euros. Es decir, la totalidad de los bonos basura en Europa supone un 4,3% del total de activos del BCE en 2019 (un porcentaje relativamente bajo).
La otra teoría, es que el BCE nunca puede quebrar. ¿Por qué? Porque según el analista José Luis Cava, si se ve en ese riesgo, pide aportaciones complementarias a los socios de la UE o simplemente vuelve a crear dinero.