Además de la batería de resultados empresariales a los que hemos asistido estas semanas a lo largo y ancho del globo, los bancos centrales también han mostrado las cartas de su 2023 sobre la mesa. Se han pronunciado bancos centrales de la talla del Banco Nacional de Suiza o el Bundesbank alemán, pero lo cierto es que también lo ha hecho el Banco Central Europeo. La entidad que preside Lagarde ha sufrido este 2023 sus primeras pérdidas en dos décadas. ¿Por qué? ¿Qué causas son las que subyacen en estos números rojos?
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Hoy ponemos el foco en las pérdidas que los bancos centrales están registrando en sus cuentas de resultados, y en las causas que subyacen en estos números rojos.
Batería de cuentas en descubierto
Los números rojos comenzaban ya en julio de 2022 en el BCE, y han provocado, en consecuencia, que las de 2023 hayan sido una auténtica sangría. La de Lagarde ha reportado unos descensos de 1.266 millones de euros y lo hacía tras provisionar otros 6.620 millones. Pero no ha sido el único en pronunciarse. Mientras el Banco Nacional de Suiza ha registrado una pérdida anual de 3.620 millones de dólares en el ejercicio, el Bundesbank alemán ha perdido 21.600 millones de euros el año pasado y por su parte, el banco holandés ha reportado pérdidas de 3.500 millones de euros.
Las claves de los números rojos
Aunque las razones que sobresalen son los tipos de cambio y la alta inflación. Las diferencias entre los descubiertos de los bancos centrales son acuciadas. Las analizamos con José Luis Cárpatos, director de Serenitymarkets.com, y con Javier López Bernardo, de Brightgate Capital.