El Banco de Japón ha rebajado en una décima su previsión de inflación interanual para 2018, de forma que retrasa su meta de situar la inflación en el 2% hasta después de ese año. El pasado mes de julio, la institución monetaria situó en el 2% el objetivo de inflación para 2018, en el 1,8% para 2017 y en el 0,3% para este año.
En su reunión de noviembre, el Banco de Japón ha revisado estas proyecciones y las ha situado en el -0,1% para este año, el 1,6% para 2017 y en el 1,9% para 2018. La institución monetaria ya había aplazado en abril de este año sus previsiones de inflación interanual debido al entorno de bajos precios de la energía, de forma que retrasó el objetivo del 2% hasta entrado 2017 o principios de 2018.
La entidad ha mantenido las previsiones sobre el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) japonés que realizó en julio de este año, de forma que continúa pensando que la economía japonesa avanzará un 1% en 2016, un 1,5% en 2017 y un 1% en 2018.
El Banco de Japón considera que la economía nipona "continuará creciendo a un ritmo por encima de su potencial" hasta 2018, apoyada en unas condiciones financieras "altamente acomodaticias" y como efecto de las medidas de estímulo a largo plazo del Gobierno, así como por la recuperación en algunas economías extranjeras.
El Banco de Japón retrasa su objetivo de inflación
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