La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha destacado que estamos ante una crisis sanitaria que nos aboca a una crisis económica sin precedentes en la que es necesario trabajar de forma conjunta para minimizar el impacto.
Botín ha insistido en que no es una crisis financiera como la del 2008 y ha reivindicado el papel de los bancos son "parte de la solución". "Somos mucho más fuertes y estamos preparados para afrontar desafíos globales como el coronavirus", ha destacado.
El Santander se compromete a no poner en marcha ningún Expediente de Regulación de Empleo en España mientras dure la crisis para mantener el empleo y que las personas que trabajan en el banco puedan mantener su suelto y ayudar a las personas que tienen cerca, ha señalado Botín.
El banco ha aportado 2.000 camas para el hospital de IFEMA, mascarillas, 500 respiradores y otra aportación adicional de 2 millones para comprar más respiradores. Además de crear un fondo con 25 millones de euros gracias al recorte en los sueldos de los ejecutivos y las aportaciones de los trabajadores.
Cancelación de dividendos
Botín ha señalado en su discurso que “necesitan más margen de maniobra” y que, siguiendo las recomendaciones del BCE han decidido cancelar dividendos para preservar el capital hasta que haya más visibilidad.
La presidenta de Santander dice que la cancelación del dividendo complementario de 2019 y el correspondiente a 2020 dará al grupo capacidad adicional para dar crédito por 90.000 millones de euros a familias y empresas. En la próxima junta, que se celebrará en octubre, se abordará de nuevo este tema del reparto de dividendo.
Señala que es consciente de que esto no es una buena noticia para los inversores pero cree que es necesario vigilar por el interés general de los accionistas y de toda la sociedad. Si se apoya a las empresas y a las familias, eso tendrá un retorno futuro para la entidad, comenta.
"Apoyando a las empresas y a las familias ahora, ayudaremos a la economía a recuperarse más rápido, a las personas a volver a sus trabajos y a generar el crecimiento que impulsará nuestro negocio y generará retornos a nuestros accionistas en el futuro", ha dicho.
Revisión de objetivos
Botín señala que la crisis del coronavirus es un problema global que necesita una solución global y pide a los gobiernos que aporten liquidez a las empresas y eviten que se destruya tejido industrial.
Y hace un llamamiento para que Europa esté a la altura de las circunstancias. “Sin solidaridad, no hay Unión”.
Botín señala que es pronto para cuantificar la consecuencia en las economías en las que opera el banco pero sí tiene claro que la contracción será profunda en la primera mitad del año y espera que la recuperación no sea tan intensa como la caída.
De momento, el impacto en los resultados del banco es “muy marginal” pero por delante hay mucha incertidumbre y falta de visibilidad por lo que Botín adelanta que revisarán los objetivos una vez se aclare la situación.