Las acciones de lealtad son la nueva polémica del mercado. Se trata de una nueva figura legal que ha entrado en vigor en los últimos días y que permitirá a las empresas dotar a sus accionistas "leales", que lleven más de dos años en el capital, con el derecho a que su voto valga el doble.
Sin embargo, estas acciones de lealtad podrían ser un arma de doble filo. Pueden servir para proteger a las empresas de ataques de OPAs, pero también pueden servir para que sus accionistas "leales" acaparen el control de las compañías.
Para evitarlo, el Gobierno cree haber encontrado un antídoto que ha sometido a audiencia pública: obligar a lanzar una OPA a todo aquel que supere el 30% de derechos de voto sobre el capital cuando se apliquen las acciones de lealtad.
Y, ¿cuántos accionistas del Ibex 35 superarían ese 30% y, por tanto, deberían lanzar una OPA si quieren hacer uso de ese voto doble con las acciones de lealtad? En Expediente Abierto hemos escudriñado el accionariado de las empresas del Ibex y hemos identificado hasta 18 accionistas que superarían el 30% de derechos de voto si sus empresas aplicaran las acciones de lealtad.
Te lo contamos en este podcast de Expediente Abierto.
La mayoría de estos 18 accionistas son los denominados ‘insiders’, es decir, fundadores o altos directivos de las compañías que tienen grandes participaciones en sus empresas. Uno de esos casos es la familia Entrecanales, cuya rama de los Domecq pasaría de tener un 26% a un 52% de derechos de voto en Acciona si ejerciera el doble voto. Mientras tanto, los Entrecanales Franco doblarían su 29% actual hasta el 58%.
En el sector bancario está la sociedad de Jaime Botín, Cartival, que ahora controla el 23% de Bankinter. Si utilizara las acciones de lealtad, votaría por el 46% del capital y tendría que lanzar una OPA.
En CIE Automotive está Francisco Riberas, que con el doble voto superaría por poco el limite para lanzar una OPA. Tendría derechos por el 31,2% del capital. Los fundadores de Fluidra podrían votar con un peso del 50% y en Meliá, ‘Hoteles Mallorquines Consolidados’, una de las sociedades que usa la familia Escarrer para controlar el capital, pasaría a votar con casi un 50%.
Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, posee un 20,29% del capital en la actualidad. De aplicarse las acciones de lealtad, el ejecutivo pasaría a tener derechos políticos de voto sobre más del 40% del capital de Ferrovial.
Muchos de los mencionados son fundadores de sus compañías, con lo que estas acciones de lealtad sirven para que puedan proteger sus propias empresas. Pero esta figura legal puede ser más peligrosa cuando los que doblan sus derechos de voto son fondos o empresas externas.
Es el caso de hasta cinco empresas del Ibex, pero especialmente llamativo es el ejemplo de Naturgy. Tiene tres fondos de inversión que superarían el umbral del 30% en el caso de aplicarse las acciones lealtad y, por tanto, tendrían que lanzar una OPA. Son Criteria Caixa, CVC Capital Partners y GIP.
Fluidra tiene a Rhône Capital, el fondo de José Manuel Vargas, que alcanzaría el 42% de derechos de voto. Mientras, en Colonial el fondo soberano de Qatar llegaría a votar por el 40%. Ese es el mismo porcentaje que superaría el Santander en Merlin Properties si se aplicaran las acciones de lealtad en esta empresa.
Especialmente curioso es el caso de IAG. El grupo de aerolíneas Qatar Airways está en su capital con una participación del 25%, con lo que si ejerciera el doble voto decidiría con un peso del 50%.
OPAs de la SEPI y... ¿el FROB?
Tampoco podemos olvidar que el Estado, de quien ha partido la idea de las acciones de lealtad, también tiene participaciones en empresas del Ibex y podría verse obligado a lanzar OPAs por ellas si aplican el doble voto. Es el caso de la SEPI en Red Eléctrica y en Indra, donde posee un 20% del capital en cada una que, por tanto, se doblaría hasta el 40%.
¿Qué pasa con el FROB y su participación en la nueva Caixabank? Tras la fusión con Bankia, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria acabó desembarcando en el capital de Caixabank con un 16%. Sin embargo, como la fusión se materializó hace solo unas semanas, probablemente el FROB no se considerase como “accionista leal” y, por tanto, tendría que esperar dos años para beneficiarse de la ventaja del doble voto.