La reunión de emergencia del consejo de administración ha desembocado en una decisión: Abengoa acuerda solicitar el concurso voluntario de acreedores. Esta determinación llega tras el fracaso del acuerdo de reestructuración de la compañía.
No obstante, pese a solicitar el citado concurso de acreedores, el Consejo de Administración ha detallado, a través de la CNMV, que "sigue comprometido en buscar alternativas para evitar la inviabilidad de las sociedades filiales que desarrollan la actividad del grupo y, con ello, preservar el empleo y tratar de minimizar la pérdida de valor".
Abengoa señaló también a la CNMV, antes de esa reunión, que “los acreedores financieros no han otorgado los consentimientos solicitados para extender de nuevo el plazo para el cierre y ejecución del acuerdo de reestructuración” anunciado en agosto de 2020 y que buscaba un compromiso de apoyo financiero de 20 millones de euros por parte de la Junta de Andalucía.
Desde esta fecha y hasta el pasado 19 de febrero se ha ido extendiendo el plazo de cierre de la operación y Abengoa insiste en que en todo momento y en paralelo ha trabajado en la búsqueda de posibles alternativas ante la negativa de la junta de Andalucía aportar los 20 millones de euros.
Sin embargo, tras no haber conseguido una nueva extensión del plazo, Abengoa ha indicado que "el acuerdo de reestructuración ha quedado automáticamente resuelto de modo que la operación de financiación en su día anunciada no puede ser ya ejecutada".
Problemas desde 2016
En 2016, Abengoa evitó convertirse en la quiebra corporativa más grande de la historia de España después de llegar a un acuerdo para refinanciar 9.000 millones de euros de deuda, que había entregado a los acreedores el control de la empresa.
El coronavirus trajo nuevos problemas, pesando sobre los ingresos y obligando a la empresa altamente endeudada a entablar más conversaciones con sus acreedores.
Abengoa finalmente había conseguido un complejo acuerdo preliminar que iba a transferir la mayoría de sus activos a una sociedad de cartera, que a su vez recibiría 230 millones de euros en préstamos respaldados por el Estado con el aval del ICO. Pero eso ahora se ha derrumbado.
La negociación de las acciones de Abengoa lleva varios meses suspendida.