“No puedo borrar el pasado, pero puedo comprometerme, en nombre de todos los empleados de Uber, a aprender de nuestros errores”. Dara Khosrowshahi sigue pidiendo disculpas por los fallos cometidos por Uber en el pasado. Y su discurso mantiene la línea que adoptó cuando llegó al cargo de CEO de la compañía: fomentar honestidad, los valores empresariales correctos o la buena imagen de la empresa. Y algo de lo que está haciendo bandera: la transparencia. De ahí que en la primera oportunidad que ha tenido ha desvelado todo lo que sabía del ‘hackeo’ que el año pasado sufrió la compañía y que provocó el robo de datos de 57 millones de clientes.
Khosrowshahi, asumío la dirección de Uber el pasado mes de agosto, tras la estrepitosa salida de Travis Kalanick, perseguido por los continuos escándalos. El empresario de origen iraní dejaba su cargo de CEO en Expedia para tomar las riendas de Uber, donde se encontró con un tortuoso panorama. La forma de dirigir la compañía de Kalanick y sus comentarios poco afortunados habían provocado frecuentas escándalos y litigios, ensuciando su imagen. Algo que su sucesor quiere cambiar de raíz.
A comienzos de este otoño, Khoroswshahi ya dejaba vislumbrar cuál sería su estrategia en este aspecto de la compañía en un email que mandó a sus empleados en Londres, cuando Uber tuvo problemas con las autoridades de la ciudad. En ese correo electrónico ya pedía perdón por los errores del pasado y decía a los trabajadores que “la mala reputación tiene un coste muy elevado”.
Hace dos semanas, el nuevo CEO y presidente de Uber iba más allá. En una publicación en Linkedin expuso las “nuevas reglas culturales” de la compañía, basadas en varios pilares, pero con dos áreas principales: el cliente está por encima de todo y las cosas se tienen que hacer bien.
Nuevas normas
Khosrowshahi fue claro al afirmar que la empresa se mueve “de una era crecimiento a cualquier precio a una de crecimiento responsable”, por lo que “las necesidades de cultura empresarial deben evolucionar”.
Sus nuevas normas para Uber, además, enfatizan otros aspectos que ya se están implantando en la compañía: valorar las ideas por encima de la jerarquía, construir de forma global pero actuar localmente y celebrar las diferencias. En este último punto, Khosrowshahi quería marcar distancias de los antiguos miembros del equipo directivo de Uber que tuvieron que dejar la empresa por actitudes tildadas de racistas o machistas.
Aunque su actitud pueda resultar rompedora, Khosrowshahi ha dejado claro en varias ocasiones que no es su intención olvidar todo lo que ha hecho Uber hasta ahora. Su intención es “preservar lo que funciona mientras cambiamos rápidamente lo que no funciona”.
Khosrowshahi, la mano de hierro de Uber
Guardar