Hablamos de con Xavier Bernat, director técnico de CETAQUA; Enrique Hernández Moreno, Director General de AGA (Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana) y Tomás Sancho, Presidente del Grupo de Trabajo sobre el Agua de la Federación Mundial de Organizaciones de Ingeniería.
“Se sigue pensando que el agua cae del cielo, que no cuesta, pero no es así. Si no nos mentalizamos de esto lo pagaremos caros”. Y sí, es cierto que el agua literalmente cae del cielo cuando llueve. Pero desde ahí hasta que llega a nuestros grifos hay muchos pasos a tener en cuenta y que conllevan un importante esfuerzo de gestión y de ingeniería. Especialmente en situaciones difíciles como sequía o una catástrofe.
Hablamos de ello con Xavier Bernat, director técnico de CETAQUA; Enrique Hernández Moreno, Director General de AGA (Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana) y Tomás Sancho, Presidente del Grupo de Trabajo sobre el Agua de la Federación Mundial de Organizaciones de Ingeniería.
Conciencia medioambiental
Por suerte, en los últimos años ha crecido la concienciación sobre el medio ambiente y sobre el cuidado del agua, pero hay que seguir avanzando.
Enrique Hernández señala que, teniendo en cuenta que el agua es un bien humano y es necesaria para vivir, en todos los lugares se “trata bien al agua”. Pero el problema es que en los pueblos pequeños no tienen los medios y la tecnología suficiente para gestionar el agua como se tiene en las grandes ciudades.
En todo caso hemos avanzado mucho en España, “si no se cuidase la gestión del agua, estaríamos como hace 40 años, donde había que ir a coger el agua a las fuentes. No ha pasado tanto tiempo. Cuando se empezó a tratar con cloro, la gente se quejaba. Ahora nos da seguridad”.
Ya en la antigua Roma estaban preocupados por la gestión y canalización del agua, no solo con los acueductos (que han llegado a nuestros días, como el de Segovia), también con el alcantarillado, que permitió transformar las ciudades.
Y es que la ingeniería es básica para que nos llegue a los puntos que necesitamos, a hogares y empresas. Tomás Sancho recuerda que “el agua no está cuando se quiere ni donde se quiere; la ingeniería es necesaria para facilitar el acceso al agua”.
Hoy en día no solo la ingeniería se utiliza para la gestión del agua, también se está comenzando a aplicar también la inteligencia artificial a la gestión del agua. “Se tienen muy en cuenta las cinco P: people, planet, prosperity, peace, partnership”. Es decir, para gestionar el agua se tiene en cuenta a la gente, al planeta, la prosperidad, la paz y las empresas o asociaciones.
“Estamos muy acostumbrados a que abrimos el grifo y salga agua. Solo nos damos cuenta de su valor cuando nos falta, cuando hay sequía o una catástrofe”. Pero tener agua potable y de calidad saliendo por el grifo no se hace solo, hay que hacer la gestión de manera previa, adelantarse también a la posible escasez y tener planes de acción y de respuesta.
Concienciar y prevenir
Enrique Hernández explica que la gente, en general, sí está concienciada y sí emprende acciones, por ejemplo, de ahorro, cuando se le pide. Pero hay que estudiar también para qué se utiliza el agua y reciclarla más, darle más usos. “No es lo mismo el agua de lavarse las manos, que la del inodoro o el agua de uso industrial”. Si se gestiona bien, hay mucha cantidad de agua que se puede volver a utilizar.
Para Tomás Sancho, hay más conciencia por el cuidado de los recursos naturales. Pero todavía “cuesta cerrar el grifo mientras uno se ducha o se lava los dientes”. Sí hay mayor conciencia medioambiental, pero todavía existe la creencia y la sensación de que el agua es gratis, “se sigue pensando que el agua cae del cielo, pero no es así. Si no nos mentalizamos de esto lo pagaremos caro”.
Modelo circular
Una de las claves en la gestión del agua (como para cualquier recurso), es seguir un modelo circular.
Y es que la situación va a seguir planteando nuevos retos; uno de ellos es el cambio climático, que también afectará al agua. “Hará falta una gestión sostenible para que la disponibilidad del recurso no caiga”, explica Xavier Bernat, que señala también que para cerrar ese ciclo tiene que entrar en escena la reutilización. “Si solo la captamos, la usamos, y la vertemos, estamos siguiendo un sistema lineal que conducirá al deterioro del recurso. Por eso hay que buscar en qué usos podemos emplear el agua reutilizada”.
En este sentido, Tomás Sancho señala que por ahora en España tenemos agua suficiente, pero si no hacemos las cosas bien, como todo recurso natural, se puede agotar. “Hace falta una acción pública que defienda el valor de los ecosistemas asociados al agua. Si explotamos demasiado el origen de los recursos hídricos podemos producir daños irreversibles”.