El autoconsumo, o la posibilidad de que los usuarios gestionen el uso de la energía doméstica, ya es una realidad. Se espera que en los próximos años se extienda a toda la sociedad. Los expertos en energías renovables visualizan un futuro en el que el cliente pueda decidir a través de una aplicación las horas en que desea consumir energía, almacenarla, o venderle el excedente a su vecino.
“Ya no solo vamos a preocuparnos por prender la luz. Ahora podemos compensar, producir, consumir”, señala Lucía Dólera, directora de proyectos de APPA Renovables. Dólera considera que a través de un sistema de autoconsumo los vecinos podrán hacer un reparto de la energía que utilicen en función de las necesidades de cada uno.
Desde APPA Renovables señalan que en Alemania ya son más de 200.000 famlias las que tienen sistemas de almacenamiento de energía y trabajan para fomentarlo en España.
Además, esto le permitirá ahorrar a los usuarios. “Vamos a ver dónde estamos dejando energía y por tanto, dónde estamos dejando euros”, comenta Javier Martínez Belotto, responsable de Financiación Sostenible de ANESE.
Energías renovables
Sin embargo, para que este sistema sea efectivo también se debe avanzar hacia un cambio en el tipo de energías que se utilizan hoy en día.
Según Jesús Chapado, director de Innovación de Naturgy, la movilidad de los humanos “y de sus cosas” consumen entre el 35% y el 40% del total de energía. El problema, además, es que la mayoría de las energías que se consumen no son sostenibles.
“Los combustibles de cabecera son altos en carbono y aunque en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) hay un objetivo, podríamos utilizar otros”, señala Chapado.
En Naturgy ya han cerrado su última planta nuclear y avanzan hacia la generación de energías alternativas como el biometano un tipo de gas natural renovable y el hidrógeno. Según Chapado, el biometano tiene la ventaja de poder convertir los desechos de las industrias como la agrícola y ganadera que emiten grandes cantidades de carbono, en energías limpias.
Belotto, por otro lado, destaca la importancia de los proyectos que utilizan los recursos naturales como el sol y el agua para convertirlos en energía. Esta energía se conoce como biomasa. “El año pasado gracias a estos proyectos de biomasa conseguimos reducir más de 12 mil toneladas de Co2”, destaca.
Los tres expertos coinciden en la importancia de la inversión privada y los estímulos por parte de las administraciones para fomentar la generación de estas energías. De esta forma, se lograrán cumplir con los objetivos en términos medioambientales.