"No creo que el coche como propiedad llegue a desaparecer del todo", asegura Rafael Vidal, director comercial de Arval en España, en un contexto en el que el concepto de coche compartido está en pleno auge. "Pero con las nuevas soluciones para reducir la contaminación se reducirá el número de vehículos en circulación", apunta.



"No es un problema del coche en propiedad como tal, sino del uso en concreto que haces de él y en qué situación lo necesitas", señala Sócrates Domínguez, responsable de comunicación de Bluemove, una compañía cuyo discurso es el carsharing, el alquiler de coches por horas.

"La cuestión no es que no se vayan a necesitar coches, sino que se necesitarán menos, porque serán mucho más eficientes", aporta Yuri Fernández, director de comunicación de Uber, quien cita un estudio con la siguiente conclusión: "si en Lisboa todos los coches fuesen autónomos y compartidos, sólo se necestaría uno de cada diez que ahora circulan".


A esta opinión generalizada se suma Beatriz Escrina, directora de comunicación de Blablacar, quien cree que el cambio real está en "cómo se utilizará el coche en el futuro", una afirmación que aplauden Horacio Pérez, consejero delegado de Muving y Carlos Blanco, director de comunicación de E-mov.