En unas horas arranca el principal foro de gobernadores de bancos centrales del mundo en Jackson Hole, (Wyoming, EEUU) para hablar de los retos de la política monetaria.
En estos momentos que tanto se habla de la desaceleración económica a nivel mundial, en un entorno geopolítico nada fácil (Italia, Argentina y el Brexit) o las tensiones comerciales entre EEUU y China, no cabe duda de que las palabras que pronuncie Jerome Powell en unas horas, cobre mucha importancia, como explica José María Luna, de Luna Sevilla Asesores Patrimoniales.
La duda es si Powell va a mantener el discurso de que bajar los tipos de interés es algo puntual o si finalmente accede a las peticiones del presidente Donald Trump para que los recorte en un 1% adicional.
Esta cuestión es algo importante para los expertos. Si la FED da un mensaje de que la economía de EEUU se mantiene en niveles fuertes pero empieza a atisbarse problemas de desaceleración económica y deja entrever que va a ver nuevas bajadas de tipos de interés, sin duda, será un viento de cola muy favorable para activos de riesgo como la renta variable. Esto haría que el dólar se debilite frente a otras monedas como el euro y puede suponer caídas de los bonos gubernamentales de EEUU, según cuentan unos expertos.
Ahora bien, si en su discurso apunta a que una nueva bajada de tipos no está justificada, no cabe la duda de que generaría más volatilidad en los mercados sobre todo en los mercados de acciones, lo que supondría una cierta decepción para aquellos que esperan una nueva ronda de estímulos por parte del principal banco central del mundo, como apunta Jesús de Blas, de Bankoa Credit Agricole.
Todo ello teniendo en cuenta que las últimas actas de la Reserva Federal, apuntan a que el organismo apoya recortar los tipos de interés, aunque no especifican cuántas rebajas más podrían secundar este año y no pronostican que haya una recesión económica cerca.
El recorte de los tipos de interés, que se encuentran actualmente en el rango de entre el 2 y el 2,25 %, fue un "ajuste de mitad de ciclo", según los miembros de la Fed, que evitan confirmar si se trata del comienzo de una etapa prolongada de reducción de tipos que suele adoptar el banco central en momentos de recesión o en los que se espera una desaceleración continuada.